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Archivos de etiqueta: Amaral

Lo decía mi madre

04 viernes Dic 2020

Posted by albertodieguez in Música, Relato

≈ 17 comentarios

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Amaral, amigas, amores, Cabecita loca, colegio, desamores, madre, Música, Tonta, Trabajo, Una pequeña parte del mundo

Soy tonta. Mi madre ya me lo decía desde pequeña, -“Hija, tú eres tonta”-. Cuando volvía a casa y le contaba algún desencuentro con alguna amiga, siempre me decía que era demasiado buena, que por eso mis amigas me tomaban por “el pito del sereno”, también frase que mi madre me decía mucho y que hasta hace poco no sabía muy bien el origen del dicho, seguro que ella tampoco lo sabía. Luego pasados algunos años cuando le contaba algo del trabajo, me repetía lo mismo de mi bobería, cuando tenía que hacer horas extras y me tiraba una semana entera saliendo a las mil, – “Hija, que no vas a heredar la empresa, que no te tomen el pelo”-, me decía, y yo claro, le contestaba que si fuera fácil decir que no, lo diría, que la cosa está mal como para que te echen del trabajo por no estar disponible para lo que quieran. Ella, arremetía y arremete contra mí diciendo que mi problema de siempre había sido que nunca he sabido decir que no, que de joven ya me pasaba con mis amigas, que siempre volvía a casa lamentándome de cosas que sucedían por decir que sí cuando no era la mejor opción y ahora, además de con las amigas con el trabajo. Y no quiere ni pensar cuando me decida con los chicos, y entonces es cuando yo entro en cólera y le digo que me deje vivir, y que deje el tema, y el de los chicos más aún. Pero las madres ya se sabe como son y no dejan el tema, y menos si se les indica que lo dejen estar, ahí no hay quién les gane para insistir y tocar los  ovarios. Siempre le he contado todo, o eso cree ella, por eso piensa que chicos no ha habido nunca en mi vida, y por ello me dice ahora que trabajando tantas horas nunca conseguiré tiempo para encontrar un novio, por eso se pone pesada con el tema chicos en cuanto puede. Y volvemos a las andadas y a las discusiones y al portazo, antes de la puerta de mi habitación y ahora de la puerta de su casa puesto que yo ya no vivo con ella. Luego como soy tonta, me da remordimientos y tengo que llamarle a disculparme por mi comportamiento, y es que en parte mi madre va a tener razón y eso encima me encabrona más. Los sin sabores con los chicos quedaban al margen de las conversaciones con mi madre, al principio era por pudor, el pudor que se tiene con los padres a contarles los primeros juegos amorosos, dudando si serían aprobados por ellos o más bien castigándote sin salir para evitarlos. El caso es que nunca le conté ningún posible noviete de adolescente, ni después en la universidad. Los dolores del corazón en la tierna juventud los curaba con las amigas, como casi todas hemos hecho siempre. Al llegar a casa conseguía rehacerme de los disgustos y parecer que todo iba bien, pero no iba bien. En mi habitación me hartaba a llorar como cualquier hija de vecina, cuando el chico que me gustaba ni me miraba, o se iba a dar el lote con una amiga o conocida, pero nunca con servidora que era la que estaba más por sus huesos, como ya se lo había contado como secreto a la mejor amiga, y ésta lo había soltado a los cuatro vientos. Y como soy tonta, si alguno que no fuese el amor platónico me decía algo, yo como quién oye llover, ni caso, curso tras curso, y pasaron los años y mis experiencias sexuales fueron tan esporádicas y poco profundas que empezaron a crearme trauma, y mis amigas se ponían pesadas en plan mi madre con el tema de mi tontería, -“Chica tú eres tonta, con el cuerpo que tienes y no te das buenas alegrías”-, tengo que decir que por suerte o desgracia tengo un buen cuerpo, buenos pechos, y una cara agradable. Hasta que ya por fin algo cambió dentro de mí y me empecé a liberar, y ahora si puedo y me gusta alguno, dejo a Platón plantado y me voy con el tipo de turno a la cama, o adonde se tercie. No hay que pensar que ahora frivolizo con las relaciones, que traumatizada he pasado de ser una estrecha a ser una ninfómana, lo que hago es divertirme con el sexo y los sentimientos ya llegarán. Y Ahí está el problema que muchas más de las veces que desearía creo que los sentimientos han llegado y aparecen con un halo de felicidad y flores y aromas de primavera que luego son hedores de vertedero. Y aquí vuelve a aparecer mi madre, esta vez en mi cabeza, -“Hija, tú eres tonta”-.

 

 

 

.     *Las madres siempre se nos muestran y revelan cual “Casandras” y las negamos como a aquella. Pero antes o después sucumbimos y decimos que tenía razón cuando nos hablaba de nuestra idiotez y atolondramiento y nos decía cabecita loca. Y como en la canción de Amaral la sentimos en nuestras horas bajas como ángel de la guarda.

«Cabecita loca«

Una pequeña parte del mundo amaral

.     **NA: Publicado originalmente el 26 de Junio de 2013. Hoy recibe una segunda oportunidad.

Desde la mar infinita

28 martes Abr 2020

Posted by albertodieguez in Música, Poesía, Reflexiones

≈ 18 comentarios

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alma, Amaral, Estrella de mar, Frío, invierno, Música, Nada, Nada de nada, Te necesito, Una pequeña parte del mundo

Desde la mar infinita
desde la carne encontrada
desde el delirio del tiempo
te necesito sin falta
te espero con ansia
te busco con rabia
y no sé cómo encontrar
esa nada.

Nada que surge
surge y se aplaca
donde el tiempo rompe
rompe con ganas
ganas de verte
de sentir tus ansias
tus iras, tus odios pero
sentirte al alba.

Sin ese deseo
no podría vivir
tú me mueves
como títere en danza.
Danza de un infinito
que arruga el alba
ese delirio de deseo y
ansia, ansia por seguir
tú mirada, hasta ese
fondo que busca tu alma.

Alma confusa, alma de
Otro, Otro que no soy
yo y que me mata,
con esa sensación de gente
que no sigue otra cosa
que tú piel hilada,
hilada al tiempo
ese tiempo que no es
nada, eso que tú y
yo queremos, aunque
no lo sabemos, y todo
lo nuestro se dilata.
Hace que el tiempo discurra,
que el deseo sea, mucho más
que todo y se convierta en
NADA.

 

 

 

.     *En este poema en el que deseamos y esperamos a quién no está, y en la espera todo se nos convierte en nada, confluye con Amaral que nos recuerda esa necesidad y esa nada que trae la realidad…

.          «Te necesito»                                          «Nada de Nada«

Una pequeña parte del mundo amaral

Estrella de Mar amaral

 

 

 

 

 

 

 

.    **NA: Originalmente publicado el 23 de Enero de 2012. Hoy recibe una nueva oportunidad.

BSO

13 lunes Abr 2020

Posted by albertodieguez in Música, Relato

≈ 42 comentarios

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Amaral, amor, Banda sonora, Banda sonora desafectada, BSO, Es sólo una canción, Gato negro Dragón rojo, Homosexualidad, Música, Recuerdos

Me dice que la música forma parte de nuestra vida y que todas las personas tenemos en la cabeza una banda sonora, esas canciones que nos han acompañado en el avanzar de los años y conforman un paisaje sonoro de nuestro pasado, de los días vividos, desde la infancia hasta ahora, y que cada día estamos abiertas a dejar entrar una nueva canción o melodía a esa lista. Es inevitable. Nuestro futuro irá musicado también, y antes de ser pasado, justo ahí, cuando ya haya dejado de ser presente es cuando esa música formará parte de nosotros. No todas nos gustan por igual pero hasta esas que no son nuestras preferidas nos transportan en el tiempo. Algunas realmente no han sido elegidas por nosotros para quedarse grabadas en ese imaginario CD, MP4 o «playlist» de nuestra mente, son la BSO de otros, pero nosotros estábamos con ellos y cuando lo oímos nos llevan a ese momento. Suele pasar con el tiempo de nuestra infancia o primera adolescencia, que esa música oída forma parte de nosotros porque era la de otros cercanos; nuestros hermanos o padres, o simplemente son la música del momento, de la época, y sonaba incesantemente, e inconscientemente se nos quedó grabada y no lo sabemos hasta que surge de nuevo en cualquier ocasión, y ¡zas!, nos vemos de regreso a ese instante, y ya no es música de ellos sino nuestra. Sé que tiene razón, pero además de con la música nos pasa con otras percepciones; aromas, sabores, imágenes, paisajes, lecturas, aunque tengo que reconocerle que la música es más potente y más fácil de que entre insospechadamente en acción. Tiene razón cuando me dice; la música está por todas partes. Por ejemplo, andando por la calle te puede llegar por músicos callejeros o en los pasillos del metro o cuando vamos viajando en él, de repente surge esa melodía que te saca de la lectura en la que estás enfrascado, por ese músico que acaba de entrar al vagón y al ponerse en marcha el convoy, toca, y nos despierta sentimientos e imágenes, y a veces nos da un escalofrío y la piel erizada nos duele. Nos duele por la nostalgia y la melancolía que arrasa todo nuestro cuerpo, nos quedamos con la vista perdida en el suelo o mirando la página de ese libro que llevamos entre las manos o en algún pasajero que realmente no vemos puesto que miramos más allá, mucho más allá. Son canciones y sonidos que nos evocan momentos y situaciones a veces placenteras y alegres y otras no tanto, incluso algunas verdaderamente dolorosas. –Es lo que te ha pasado a ti, me dice. Y yo sólo asiento con la cabeza, quisiera decirle que no sólo con la música, también las voces y las palabras moduladas en un tono conocido nos mueven en el tiempo. Me gustaría contarle que hoy le recordé de nuevo, que una voz a mi espalda me hizo darme la vuelta con el corazón agitado, y aunque no pertenecía a quién esperaba y deseaba, yo ya estaba en otro lugar con él, con el dueño verdadero de esa voz, apartada de todos los que me rodeaban en ese momento. Pero no le cuento, no quiero que vuelva a regañarme por agarrarme a su recuerdo a la más mínima oportunidad. Ya me tiró de las orejas antes, cuando le dije que desde que lo dejamos, desde que se fue, ya no hay música en mi vida, que él se la llevó, me secuestró el placer de escucharla, es tanta la música que me evoca a él. Por eso hablamos de la música, de ahí sus palabras diciéndome que es imposible lo que le cuento, que la música forma parte de nosotros como pasa en una película, y que nadie se puede llevar nuestra música, toda nuestra música, sería como si nos robasen la memoria, y sí algunas veces aparecen sin avisar los recuerdos que acompañaron esa música, es normal, son cosas que no se pueden evitar y hay que aprender a convivir con ello aunque sintamos algo de daño, pero seguro que hay mucha música que te trae a otras personas, otras situaciones, que sí son agradables y felices. Intentar borrar canciones o autoextirpar de nosotros algunas de ellas es extirpar parte de nuestra vida. Yo le había contado que hay canciones que no las puedo escuchar, que significan demasiado, y me gustaría que sé esfumasen por completo. Hace un par de días al poner la radio sonó una canción y mi mundo se empezó a resquebrajar, esos cimientos que tantos meses me ha costado ir proyectando, a las primeras de cambio, se tambalean y me dejan hecha mierda. Ella con cariño me ha abroncado. Es un gran apoyo, siempre está ahí, a mi lado, y me ha contado todo eso de nuestra banda sonora, y que no debemos renunciar a los recuerdos, somos lo que somos por lo vivido y eso nos ayuda a seguir, la música forma parte de ello y ayuda a sentir de nuevo, sentir cosas que ya están en el pasado, sí, pero que es necesario revivirlas de vez en cuando, pasar página pero no olvidar. Debemos poder disfrutar de la música y sentir con ella, aunque es verdad que no siempre eso sentido es agradable y hasta el antes bello quejido de un violín resulta doloroso como una puñalada, pero no debemos renunciar a ello, la música es la vida, es lo vivido. Y me ha acariciado y me ha abrazado y me ha dicho que si me dejo ella me cuidará, que si yo quisiera, estaría dispuestas a tener mucha música compartida por las dos.

 

 

.          *A veces pensar que es sólo una canción, como canta Amaral, es lo que necesitaríamos para calmar el corazón.

«Es sólo una canción«

Gato rojo dragon negro amaral

 

 

.          **Todos tenemos una BSO en nuestra vida, y este blog también tiene la suya. Cada texto lleva muy unida una canción que a veces dice mucho más que lo relatado y siempre completa lo escrito, me atrevería a decir que para entender por entero lo que dicen las palabras debería terminarse escuchando la melodía y la letra de las canciones que las acompañan.

.       Para facilitar el seguimiento de esta Banda Sonora, he creado la página BSD, en donde he compilado todas las canciones hasta el momento publicadas y en donde se irán añadiendo las que vayan completando las futuras entradas. Ahora puedes venir en busca sólo de canciones desafectadas para esos días en los que el ánimo te lo pide. Incluso quizás te apetece hacer el camino inverso y descubrir nuevos relatos guiado por la música que quieres escuchar; eligiendo una canción y descubriendo las letras que le acompañan.

.          *** Publicado originalmente 6 de Febrero de 2015. Hoy recibe una segunda oportunidad.

Y te pregunto a ti, tú ya sabes, ¿cuál crees que es nuestra canción o será nuestra canción?

Con la mirada de Hopper (5ª parte)

18 martes Jun 2019

Posted by albertodieguez in Música, Relato

≈ 7 comentarios

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acoso, Amaral, Amaral 1998, Chair car, Compartimento C, cuadros, deseo, escritores, Hopper, Las once de la mañana, lectura, libros, masturbación, Música, metro, No sé qué hacer con mi vida, onanismo, Pinturas, porno, roce, sexo, Soledad, viajar

Cuando viaja en metro se siente como esas mujeres que Hopper sitúa en vagones de trenes como en “Chair Car” o en “Compartimento C”, solitarias lectoras, bajo suave luz, con la diferencia que en su caso muchas veces le toca ir de pie en vez de cómodamente sentada, y con mucha más luz, pero el espíritu es el mismo, una mujer sola, viajando aislada de todo lo que hay a su alrededor, volcada en ella misma, en los papeles y libros que lleva en su viajar, en su avanzar hasta su destino. Igualmente, ella se abstrae de todo leyendo o escuchando música u observando todo lo que le rodea, aunque básicamente lo primero, la lectura, es su mayor refugio. En los libros se mete en los pensamientos y acciones de los protagonistas, se sumerge en lo contado por los escritores, unos recientes, contemporáneos, y otros de tiempos pasados, la mayoría del siglo XX aunque algunos anteriores. Cuando era adolescente su escritor preferido era Miguel Delibes, luego fue explorando otros muchos, un poco de aquí y de allá, saltando de uno a otro sin un especial motivo, casi guiada por la casualidad. Si se echa un ojo a su biblioteca, no muy extensa, podría decirse que sus autores más seguidos son García Márquez, Vargas Llosa y Javier Marías, aunque también tuvo la época de Muñoz Molina, Pérez Reverte y Almudena Grandes o la misma Elvira Lindo y Roberto Bolaño no hace tanto, de todos ellos también ha leído varios libros, y siempre se dice que le queda tanto por leer y tantos autores a los que descubrir. Los libros siempre estuvieron en su vida por eso quizás también se ve reflejada en tantas pinturas de Hopper en los que las protagonistas aparecen con un libro entre las manos.

Pero hay días en los que no puede concentrarse en la lectura mientras viaja, las conversaciones de tono elevado de algunas personas durante el trayecto, rompen esa comunión entre ella y la historia que le mantiene en vilo y de la que quiere saber más, y es en esos momentos en los que mandaría callar a esas “cotorras”, es en esos instantes cuando les preguntaría si no saben hablar en tono más bajo, sin que sea todo el vagón, auditorio de sus parlamentos. Su mal genio quiere aflorar, pero finalmente solo lo piensa y no lo dice, solo alza la vista de la página y mira con ira a los tertulianos que están socavando su interés por lo escrito. Y no le queda otra que dejar de leer y comienza la observación de la “fauna”, como ella dice, que conforman los viajeros. Le divierte mirar, y lo hace con cierto descaro. Imaginando el destino de unos y otros, a donde irán o donde se bajarán. Se fija en sus vestimentas, y complementos, contempla los libros que leen, o el tipo de móvil que llevan, cualquier cosa por hacer más llevadero el recorrido.

En ocasiones, se centra más en los hombres del vagón, observando su aspecto, y cuando encuentra alguno atractivo piensa en si tendrá pareja, o si no la tendrá, incluso si será o no homosexual, ciertamente cada día le parece que hay más o al menos lo ocultan menos, cosa que no le molesta, siempre ha defendido todas las libertades individuales y esta es una de las más importantes para la felicidad. Y hay veces, si hay mucha aglomeración, que se deja llevar por su instinto sexual y al ir a bajar de estación, cerca de algún hombre se aproxima a su espalda y le arrima sus pechos, un roce que parezca fortuito pero que no lo es. Cuando esto sucede con chicos jóvenes, ella no es mayor pero con cuarenta y dos, todos los menores de treintaicinco le parecen jóvenes, estos miran hacia atrás y se violentan un poco al creer que son ellos los que sin querer rozaron con su espalda las tetas de ella. Ese placer leve e infantil, le gusta recordarlo luego en solitario, al ir andando hacía su casa, y se sonríe viendo de nuevo la cara ruborizada del muchacho en su memoria. Otras veces ha detectado que el acosado por ella se ha dado cuenta y se ha mantenido firme aguantando esa presión que ella ejerce en su espalda y se imagina como él estará excitándose y piensa en cómo le estará engordando su pene dentro del pantalón, y ella misma siente como se humedece su vagina, y se le acelera su corazón. Estos juegos de provocación son brevísimos, pero lo suficiente para desatar su deseo de sexo con ese extraño, que luego nunca lleva a buen fin, aunque se hubiese llevado a más de uno desde el metro a su cama, no se atreve a dar ese paso, ni cree que nunca lo hará. Se pregunta qué le mueve a tal deseo sexual, porqué es tan activa, sobre todo con la imaginación y el onanismo, porqué está tan salida, como se decían unas a otras las amigas cuando era pequeña. No tiene respuesta.

Como no tiene a nadie que la espere en casa y nada especial que hacer, salvo leer o escuchar música, la tele le aburre y navegar por Internet tampoco es su pasatiempo ideal, se baja varias estaciones antes de la más próxima a su casa, le gusta pasear, pero además con ello tarda más en llegar al encuentro de la soledad, y así poder tomar aire. Y más en esos días de roces y desafíos corporales, en los que debe tranquilizarse, enfriarse y calmar ese irrefrenable instinto sexual, puesto que si llegase a casa pronto le haría encender el ordenador e ir a una web porno, como otras veces, y masturbarse hasta correrse como un torrente, y luego sentada desnuda y vacía, pegada a la ventana se quedaría mirando por ella como en aquel cuadro de Hopper “Las once de la mañana”, reflexionando que hace con su vida.

 

 

 

.     *Amaral nos refleja el sentimiento de nuestra protagonista en su canción, mirándose a sí misma como niña crecida.

«No sé qué hacer con mi vida«

.     **NA: Publicado originalmente el 2 de Octubre de 2012. Hoy recibe una segunda oportunidad

                            …Continúa «Con la mirada de Hopper (6ª parte)«

Fría madrugada

14 jueves Dic 2017

Posted by albertodieguez in Música, Relato

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alba, alma, amanecer, Amaral, angustia, Esta madrugada, Frío, insomnio, madrugada, Música, Pájaros en la cabeza, Recuerdos, Refree, tristeza

Esta madrugada desperté, y tú no estabas junto a mí, cuánto deseé que no te marcharas esa otra madrugada. Estoy helado en esta noche amarga, en esta mala hora, que se hace infinita. Toda la tristeza me vino a acompañar. Todo el llanto quiere aparecer en esta hora desangelada. No puedo dormir recordándote, cuando ya te había olvidado, pero este silencio me traicionó con un despertar desasosegante, cuando la luna entró por la ventana para ahuyentarme. Quiero que la oscuridad de mi alma se ilumine, deseo que llegue el alba, pero quédate un rato que tengo frío, al menos abrígame con tus recuerdos que quizás ya no compartas con los míos. Ha pasado tanto, que no entiendo porque me vinieron a ver aquellos tiempos, ya no sé por dónde andas, en esta ciudad que compartimos, a la que llegamos juntos y hoy cada uno vaga por distintos caminos. Esta calma me desarma las intenciones de dormir y de poder huir de esta madrugada a un amanecer que nunca llega. Quiero esa luz que alumbre mi oscuridad, en la que de pronto se vio envuelto este insomne glacial. Quiero que llegue el alba para descansar, que el rocío se escarche en la ventana por donde se me escapa el alma. Dame calor aunque sea la última vez, prometo no volver a desfallecer, prometo no pedir más tu regreso en esta mala hora, y no caer en tu recuerdo bajo la intemperie de una noche angustiosa y dolorosa.

Creo oír un Chelo, como un quejido, como un lamento que me acompaña este sentimiento, y no encuentro esa ilusión por vivir que me abrasaba por dentro, que hacía que quisiera comerme el mundo, quizás es por eso, que de pronto se me vino todo el universo al suelo. Y no sé porqué te cuento esto si tú ya estás muy lejos de mí. No sé como vino esto que me pilló desprevenido. Quiero despertar, esto debe ser un mal sueño. Será que perdí todas las ansias por la vida, será que te echo de menos, que te me vuelves como la verdad única que habita mi recuerdo. Quisiera tu calor, quisiera tu cariño esta madrugada, que se me hace eterna de pensar que nunca vas a estar, por mucho que pida que hoy te quedes conmigo hasta que entre la luz por el postigo. En esta mala hora de desvelo que me ahoga.

 

 

 

.     *Esta versión de la canción de Amaral con la colaboración de Refree me sedujo, no pudiendo evitar convertir en un relato bastante fiel a lo que ella canta, una noche triste de insomnio, frío y recuerdos.

«Esta madrugada«

 

.     **NA: Publicado originalmente el 10 Mayo de 2012. Hoy recibe una segunda oportunidad.

 

Aire que respirar

30 viernes Sep 2016

Posted by albertodieguez in Música, Relato

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aire, Amaral, Bebe, Ella, Estrella de mar, Liberación, Música, Pafuera telarañas, respirar, Salir corriendo

Aparta esas penas que no son suyas, las de ella, si no de otro que se las acerca y quiere compartirlas, y se las carga y ella se revela y no las asume, quiere librarse de tipos que le asedian con sus agobios y tristezas, ella busca la libertad, bastante tuvo con aquel tipo que coartaba su vida, sus salidas, su forma de vestir y hasta sus amigas, que le imponía el largo de la falda y del escote, de esos tipos huye como si de una plaga se tratase, corre rauda para escapar de hombres que no aceptan su autonomía y quieren decidir por ella. Creía haberse liberado de todos esos y ahora llega él y descarga todas sus flaquezas sobre su persona, y después de cada discusión y ruptura dice que cambiará, y luego vuelve a ser lo mismo, y comienza otra batería de sospechas y recelos y dudas, que le llevan al cabreo y enfado, y de nuevo la pelea, y los celos y suspicacias emponzoñan todo. Ella quiere librarse de los fardos de sentimientos oscuros que le imponen, que no son suyos y no los quiere portar, uno solo desea ir ligero por la vida y con lo que nos cuesta desprendernos de nuestras miserias no estamos dispuestos a llevar las de otros que nos agobian y nos hunden, nos deprimen y angustian y ella lucha a brazo partido por su liberación, le dice no y mil veces no, y sale en busca de aire fresco, de aire limpio de tanta acritud. Todo lo que vio en él se desmorona día a día, sólo reconoce en su rostro una mirada sucia y fría donde antes había una transparente y cálida, hoy sus palabras acariciadoras han desaparecido y solo hay ásperas y cortantes, el idilio se convirtió en pesadilla y en llamadas hostigadoras, en llanto tras el teléfono, en promesas incumplidas. Se ahuyenta de los castigadores y verdugos, de los maltratadores psicológicos y físicos, de los que la empequeñecen y disminuyen y no acepta chulos que dirijan su vida, se quiere alejar de él que la asusta con su ignominia y constante humillación, rechaza ese dolor que la quiere causar con lo que él llama amor, supurante de odio y malevolencia y no de cariño y afecto y atenciones que prometía con sus besos y sus manos, esas que la rozaban con mimos y ahora aprietan sus brazos, y quiere zafarse del acoso y escapar de ese yugo que la ahoga y en que teme se conviertan sus dedos y no solo opriman para darle miedo si no que no se paren y acaben con ella. Y aparta toda sumisión y evita llevar ese peso que no es suyo que es de otro, y lo que teme es que venga uno nuevo que le quiera colocar su mezquindad y necedad con la que frustre sus deseos de encontrar a alguien con quien compartir y no de quien recibir sólo quebrantos y menosprecios, y se ensombrece su mirada pues le cae el desaliento y la duda de si será posible encontrar la felicidad, esa que le aparece esquiva entorno a los sentimientos, y sale en busca de aire que respirar.

 

 

.     *Amaral y Bebe nos traen estas canciones de mujeres que muestran la necesidad de salir, gritar y encontrar la liberación, sirviéndonos como banda sonora ideal al texto de hoy.

«Salir corriendo»                                 «Ella»

 

.     **NA: Publicado originalmente el 9 de Febrero de 2012. Hoy recibe una segunda oportunidad.

Perdóname si te extraño

26 jueves May 2016

Posted by albertodieguez in Música, Reflexiones, Relato

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Amaral, Gato negro Dragón rojo, herida, Música, Perdóname, Recuerdos, Siento que te extraño, Una pequeña parte del mundo

Perdóname si abro una herida ya cerrada, suturada por el tiempo, ese tiempo sin vernos y que anestesiaba el dolor, perdóname si hurgo en las llagas, si causo contratiempos a tu corazón, si mis lamentos te traen un mundo abandonado, pero hoy me levante con tu recuerdo y no pude resistir escribir y contactarte para tocarte, para acariciarte con la palabra, la imaginación y el deseo, ese deseo de lo prohibido, de lo no acontecido, y empiezo a sentir el sufrimiento de lo no gozado, de lo no alcanzable, ese sentimiento que siempre desde que te rememoro he querido evitar, pero que se repite una otra vez. Hoy descubro la herida, quito las gasas de tiempo con que cubriste ese delicado miembro, hoy descubro tu corazón sin consuelo, árido de sentimientos, discúlpame si busco traerte a mi presencia con el corazón desconsolado, es tan frío este momento cuando siento que te pierdo otra vez, vuelvo a caer en mi locura pensando que te volveré a ver, perdóname por llamar a tu lejana puerta en este amanecer, pero siento que te extraño y cuando se encienden las luces del día me ataca toda la melancolía y miro a mi lado en la cama el hueco vacío y siento con más fuerza que te extraño, me siento embriagado por la nostalgia de ese tiempo que no volverá, a los quince años éramos dos almas que querían volar, nos hicimos cicatrices difíciles de tapar, y hoy esas cicatrices de tu cuerpo estoy volviendo a rozar, no quisiera rasgar tu herida, dañar tu vida, pero en este instante te extraño, perdóname si abro tu pecho y te arranco el corazón y es que a pesar del tiempo sigo aquí esperando, a pesar del tiempo siento que te extraño.

 

 

 

.     *A veces, se mezcla la petición de perdón por nuestros actos sumado a un recuerdo doloroso que sabes no tener derecho a rememorar al otro. Amaral nos pone hoy la música a estos sentimientos.

.                 «Perdóname»                    «Siento que te extraño»

 

.     **NA: Publicado originalmente el 25 de Enero de 2012. Hoy recibe una segunda oportunidad.

Aquel verano

29 viernes Abr 2016

Posted by albertodieguez in Música, Relato

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Amaral, Días de verano, El lobo estepario, enamoramientos, La insoportable levedad del ser, Pájaros en la cabeza, Verano

Aquel verano me lo pasé leyendo, todas las mañanas cogía un libro y cruzaba mi calle, luego cuesta abajo descendía unos metros para sentarme en el escalón del portal de Pedrito, el único piso del barrio, lo demás eran casas bajas, tipo pueblo. Ese verano leí “El lobo estepario” y “La insoportable levedad del ser”, todo su existencialismo me acompañó durante esos días, y creo que para el resto de mis días. En aquel verano creía estar enamorado de mi vecina, había pasado todo el invierno junto a ella bajo el frío de las tardes sentados en mi puerta y al anochecer ella hacía que metiese mis manos en sus bolsillos traseros para evitar el frío en ellas, mis manos, y supongo por su placer de sentir unas manos en esas partes prohibidas  en esa época, aquello para mí era el mayor síntoma que había algo más entre los dos, aunque yo realmente me alejase de esa idea porque ella no me terminaba de gustar, siempre hay otras antes que las que nos muestran su interés, además yo era quizás muy infantil todavía, y de repente al finalizar ese invierno el que a mí me parecía patito feo, se había convertido en un cisne, de una niña con incipiente cuerpo de mujer pasó a ser una mujer rotunda, y yo seguía con mi cuerpo de niño que no acababa de crecer. Acabó el invierno y empezó la primavera y dejó de venir a pasar las tardes conmigo y empecé a echarla en falta y llegó el verano y comencé a hacer guardia sentado en un escalón, cerca de su puerta, que ya nunca se abrió para mí, y yo seguí leyendo.

 

 

.     *Amaral nos trae ese verano que ya no volverá…

«Días de verano«

.     **NA: Publicado originalmente el 18 de Enero de 2012. Hoy recibe una segunda oportunidad.

Caído

28 lunes Ene 2013

Posted by albertodieguez in Música, Poesía

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Adiós, Amaral, arrastrado, Barro, botas, caído, Música, Odio, tirado, Una pequeña parte del mundo

Caído.

Aturdido.

Arrastrado.

Desplomado.

No poder seguir,

queriendo seguir.

Con el pecho en el suelo,

y el rostro contra el lodo.

Mirando tus botas,

que tanto lustré para que lucieras,

siento que me das un puntapié con ellas.

Las hubiese perseguido por donde fueran,

y hoy me echan barro de la acera.

Suplicante, intento tocarlas,

tú las apartas desdeñosa

de mi rostro deformado

por lágrimas dolientes.

Despreciado

Odiando

Odiado

.     *Llegó el invierno y esas botas adoradas, apartan, y se apartan y se alejan bajo la lluvia, como esas botas cantadas por Amaral.

«Botas de terciopelo«

una pequeña parte del mundo amaral 2

Luna de madrugada

26 martes Jun 2012

Posted by albertodieguez in Música, Poesía

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amado, Amaral, Cara a cara, cohetes, corazón, Fracaso, luna, madrugada, Música, noche, Recuerdos, rocio

Luna blanca.

Ojo observando

desde la nada,

nada del todo.

Leve necesidad de tu mirada

asesina, hilarante,

tránsfuga de la memoria

acechante, deseo

consumado en fracaso

flagrante.

Porqué no me quisiste

como yo te quise a ti.

Solo, hoy siento tu falta

de corazón,

corazón ido

por un amor fracasado,

por despecho retenido,

en otro lado,

en otro sitio,

donde estar a salvo

del deseo de amar o

ser amado.

 

Los párpados me pesan,

escribo por inercia,

¿qué escribo?

No lo sé.

El deseo, el delirio o simplemente

el odio.

Odio a todo lo acontecido, al futuro

desesperado, al sin sentido, a esos cohetes

lejanos, a esos ruidos inesperados, a esa

moto que ruge al amanecer,

¡Qué coño hacen sonando unos cohetes a las seis!

Me acuesto, duermo a punto del alba,

alba que me pide que no duerma

hasta que el rocío moje mi cara,

para así tener un amado

en la madrugada.

 

 

.     *Amaral quiere olvidar cara a cara con la luna, la misma que nos observa en el poema y que es testigo de nuestra noche recordando un amor fracasado, un corazón huido.

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