• Inicio
  • Autor
  • Credenciales
  • BSD (Banda Sonora Desafectada)
  • The Last Bee (Relato compartido)
    • Una Mascletá marina
    • Flanagan, el Apicarium RX2000 y Wall-And

desafectos

desafectos

Archivos de etiqueta: Bunbury

Encuentro para la perdición (4ª parte)

08 domingo Sep 2019

Posted by albertodieguez in Música, Relato

≈ 18 comentarios

Etiquetas

amor, Bunbury, decadencia, deseo, Música, MTV Unplugged Música de fondo, Nada, Perdición, ruina, Zoe

Perdición. Me he repetido esa palabra más de una vez, perdición como pasión desenfrenada, otras como la ruina o daño irreversible en mí ser, en mi moral. Una decisión nada meditada que lleva a la condenación eterna; palabra cargada de negatividad, pero que te salvaguarda cuando los demás la utilizan para exonerarte, para decir que te llevaron por el camino equivocado, por la senda de lo que se sale de la norma y de lo convencional y tú no fuiste quién lo decidió si no una víctima de lo sucedido. Uno siempre se impone unos valores, unas actuaciones, unas líneas rojas qué nunca traspasará, lugares que no transitará. Y aquí estoy junto a ti, perdido, traicionando valores, actuando sin importar los avisos rojos, paseando por todos esos angostos caminos que me negaba. Abrazado por ti, por tu delgadez, por tus leves y lánguidos brazos que contrariamente aferran con fiereza.

.

.

.     *Zoe y Bunbury ponen voz a esa perdición que siente el protagonista; “Nada que pueda perder, nada que no pueda hacer, algo que te alivie, algo que me cure”, y a eso se aferra, a esa “Nada” que ellos cantan.

«Nada«

Zoe-Musica_De_Fondo_Mtv_Unplugged-Frontal

.     **NA: Publicado originalmente el 11 de Junio de 2015. Hoy recibe una segunda oportunidad

Herida vida disoluta

31 sábado Ago 2019

Posted by albertodieguez in Música, Relato

≈ 16 comentarios

Etiquetas

Amistad, amor, Bunbury, cerveza, compañía, Confidencia, desamor, deseo, dinero, Gigoló, Helville de Luxe, herida, hombre, insatisfacción, La herida secreta, Música, Mujeres, sexo, Soledad, tristeza

Ella estaba enamorada, él no,- como siempre-, me dijo:  -Nunca me enamoré, una vez creí que sí pero estoy convencido que aquello no era tampoco amor, como mucho enamoramiento, por llamarlo de alguna manera poco fea, era algo más sexual realmente, más visceral, más mundano que idílico, más de secreciones y erecciones que de sensibles palabras y palpitante corazón.- Eso podría ser el amor- me decía a mí mismo; el deseo desaforado de una piel, de unos labios, de una melena, de unos senos turgentes unas veces y livianos otras, de unas caderas, de un cuerpo que me hacía por unos momentos imposible ver con otro que no fuese yo, me decía; si tengo celos y deseo de exclusividad, eso será el amor. Pero luego más fríamente, por las lecturas y lo que me decían otros y otras sobre todo, eso no era amor, era solo lascivia y sexo. Creo que moriré sin saber qué es eso de enamorarse, de amar, no sé muy bien que es ese sentimiento y creo que nunca lo sabré. Lo otro sí, muchas veces he pasado por ese estado de deseo desmedido, es verdad que poco duradero, en algunos casos en el despertar, desaparecida la magia nocturna y el embrujo del alcohol, todo lo bueno de la noche estaba ausente-.

Nunca salió corriendo, incluso hubo desayunos y buenas palabras, buenos deseos de volverse a ver y teléfonos apuntados y cambiados, nunca falseó el número, aún a sabiendas que no habría otra vez, pero no se escondía, si había llamada ya vería que hacer, aunque esperaba que ella no llamase o que esperase su llamada que él no haría, y todo quedaría en nada más que un buen rato entre adultos.

Siempre fantaseó con ser un Gigoló, con anunciarse para tener sexo cobrando por ello, era la manera de tener relaciones sexuales y encima sacar dinero. Aunque lo que le movía realmente en ese imaginar era su falta de sexo en aquellos momentos de ansia sexual, con ello lo supliría, con el estar disponible para cualquier mujer, para ser un “caballero de compañía”, término que quizás ni siquiera exista, pero que él se atribuía. Se creía culto, más o menos, capaz de llevar de manera bastante digna una conversación de casi cualquier cosa; arte, literatura y política inclusive, en la ciencia flaqueaba un poco, pero no era preocupante esta laguna, no es lo más usual en una conversación cuando te llaman para terminar en la cama. La realidad es que nunca se atrevió, al principio por su falta de práctica y vergüenza al posible fracaso. No era fanfarrón en esa época y no se creía un gran amante entre las sábanas, y después cuando ya con experiencia, cuando podría hacerlo con destreza, no tuvo las “agallas” para poner en marcha su idea, ya no era necesario hacerlo para conseguir mujeres, era capaz de embelesar a muchas con facilidad, no era de belleza arrebatadora pero tenía cierto atractivo resultón. De vez en cuando le venía a la mente la posibilidad de hacerlo, en los momentos que le faltaba dinero, es cuando más recurrente se hacía la idea, pero seguían pasando los años y no se lanzaba a utilizar su cuerpo para conseguir más ingresos, aunque su trabajo no le da para mucho y le gustaría poder vivir más desahogado, no vivía mal. Durante un tiempo compaginó dos trabajos, uno en una oficina hasta el medio día, y otro por las tardes en una tienda de ropa hasta el cierre de ella, y los fines de semana en jornada completa. Era agotador y decidió dejarlo, se estaba matando para unos míseros euros más, que luego casi no tenía tiempo de disfrutar, todo el día trabajando.

La cerveza estaba casi acabada y buscábamos al camarero con la mirada para que nos trajese otras. Me pareció verle un poco inquieto, nos habíamos citado para vernos después de unos meses sin hacerlo, siempre una alegría el reencuentro. Pero esta vez yo intuía que quería contarme algo, más allá de ponernos al día de lo habitual y hablar de generalidades. Llevábamos charlando media hora. “Ella está enamorada” – me dijo, así sin esperarlo. No sabía muy bien de quién me hablaba, recordaba a una chica pelirroja muy guapa con la que le vi la última vez, pregunté si se refería a ella, y me dijo que sí.

Genial!!- le dije. La chica está cañón, – bromeé.

Y él con el rostro un poco apesadumbrado me dijo; – pero yo no, como siempre. Y además era una clienta-.

Fue cuando me enteré, que sí, que ahora sí estaba ejerciendo, lo que años atrás me había confesado entre bromas y cachondeo, como su deseo para el futuro, y yo y otros amigos celebrábamos con risotadas y diciendo que podíamos abrir una agencia entre todos; “Follar y sacar dinero, qué más se puede pedir”- era el argumento de juventud.

Al ver mi cara de estupefacción, e incredulidad, enseguida me explicó que hacía menos de dos años, y que empezó poco a poco, casualmente, sin premeditación real. Quizás por la copas de más que llevaba, una noche se ofreció a una mujer de edad algo avanzada comparada con él. Ella no le creía en su propuesta, él no tenía la apariencia que ella imaginaba a un vividor de su cuerpo, pero aceptó le pareció agradable y no rechazó su compañía, era divertido y le había caído bien, -según le dijo ella -, y sorprendentemente para él, después de varias horas charlando se lo llevó a su casa. Como la situación no la tenía pensada ni preparada, cuando ella le dijo, cuánto dinero le debía, el no supo qué pedir y salió del paso diciendo que era un servicio gratuito, como promoción, para ella y que se lo contase a sus amigas. Al salir de allí aún no se creía lo que había hecho, es más creía que esto había sido una gamberrada, que le había servido para conseguir echar un polvo, con una mujer mayor pero de muy buen ver.

Pasado un mes ella le volvió a llamar para salir a cenar y tomar unas copas, y terminaron de nuevo en su casa. Esta vez, él sí que le puso precio, 150 € y todos los gastos de la noche pagados. Lo demás, me dijo, no tenía mucha historia, al final el boca a boca, hizo que la clientela aumentase, me dijo, evitando la arrogancia, que creía que era porque estaban a gusto con él.

Ante mis palabras de pasmo y admiración y asombro, y envidia, él, con media sonrisa, me decía que no era para tanto. Le decía que era mi héroe, pero el rebajaba mi euforia, diciendo que no es tan difícil llegar a hacerlo, que en el fondo, para llevarlo a cabo lo que hay que eliminar, son los escrúpulos. Pero a su vez, él ha tomado sus medidas de protección, y no acepta cualquier encargo ni cita ni servicio, para evitarse algún mal trago que ya pasó. No todas eran mujeres de buen ver, con cuerpos y rostros bellos, con elegancia y clase, no siempre era para salir a cenar y hablar y pasar un buen rato antes del sexo, otras muchas de las citas solo eran para darles placer. Aunque lo que más le había sorprendido, es que mujeres estupendas usasen estos servicios de compañía, cuando en cualquier bar podrían encontrar una pareja para ir a la cama, o al baño o a un coche, buscar algo rápido y sin compromiso hoy en día, si ellas quieren no es tan difícil. Según pudo averiguar, aún pudiendo hacerlo, ellas preferían no perder el tiempo ni tener que aguantar a tipos de bares, que la mayoría de las veces les parecían insufribles en el trato.

Claro, cada uno se arma en su cabeza una historia y según me contaba las andanzas, me imaginaba que todas serían como la pelirroja, envidia de muchas mujeres y él para muchos hombres. Yo no entendía, aunque ya me lo había explicado, que ella hubiese llegado a él por su trabajo de Gigoló, y menos que sabiendo de ese trabajo se hubiese enamorado de él. Todo comenzó como cliente, y a veces se encontraban casualmente en lugares comunes cada uno por su cuenta y tratándose en esos casos como meros amigos, unas él trabajando y otras con amigos, nadie sabíamos de este trabajo, solía pasar que tras esos encuentros fortuitos ella recurría de nuevo a sus servicios. Fue cerrando el círculo hasta el día que le dijo que estaba enamorada de él, y que se estaba volviendo loca, que no tenía sentido, pero cada vez que lo veía con una cita, algo le revolvía por dentro, los celos no la dejaban dormir esa noche, y él no quería hacerle daño pero no compartía ese sentimiento, y necesitaba contárselo a alguien y pedir consejo y quizás buscar ayuda para entender porqué no sentía lo mismo que ella, y allí estaba yo, como amigo para las confidencias. Mirando su tristeza.

Por fin había hecho realidad ese proyecto de juventud, y yo le veía algo desilusionado, quizás este deseo de ser libre, de ser un hombre “de compañía” sin ataduras, de basar su vida en el sexo y el dinero y no en el amor, era lo que le atenazaba, era lo que le mantenía un poco taciturno, como si le faltase algo. Puede ser que en su afán de libertad no permitiese enamorarse y eso le estaba haciendo daño.

 

 

.   *Nuestro disoluto hombre se inventa un mundo en el que habitar a salvo de las relaciones, como el protagonista de la canción de Bunbury, marcado por una secreta herida.

«La herida secreta«

Bunbury-Hellville_De_Luxe-Frontal

.     **NA: Publicado originalmente el 6 de Junio de 2013.Hoy recibe una segunda oportunidad.

La habitación de al lado

18 domingo Ago 2019

Posted by albertodieguez in Música, Relato

≈ 14 comentarios

Etiquetas

amor prohibido, Bunbury, deseo, engaño, fantasear, hija, Infiel, Licenciado Cantinas, madre, Música, Mi sueño prohibido, placer, Soñar

Sueño con ella, y no contigo, sueño con hacerle el amor hasta el delirio, sueño y me recreo en las visiones que te predico. Eyaculo mentalmente y luego físicamente lo derramo, largo, muy largo, con gran excitación, y si estoy contigo pienso en la otra habitación. No puedo evitar ver su cuerpo entre mis manos cuando son tus senos los acariciados. Mis dedos no buscan tu sexo y tu clítoris, aunque por ellos los deslice, buscan los de ella en mi cabeza, no deseo darte placer a ti, si no que pienso en lo que ella puede sentir. Te hago pero no lo hago por ti, lo hago en falso, en ilusa emoción, venidera ficción de lo que quisiera fuera. Y cuando los labios juntamos y los ojos cerramos, los abro impaciente buscando la puerta, deseoso de salir por ella. De ir a topar con ella, esté donde esté, en su cuarto, en salón o bendita ilusión, en el baño o en la cocina. En esos casos, mi invención se desborda pensándola ligera de ropa, insinuante y expectante, esperando mi proceder en el encuentro confiado, aguardado por ambos pero no declarado. Y cierro de nuevo los ojos y me entrego a ti, beso fulminante, beso lascivo, lenguas que se enredan y encienden la mecha del ardor entre las piernas, separo ligeramente los párpados y creo ver la puerta entornada y ella mirando y observando resguardada, y entreveo poco nítidamente entre mis pestañas que la puerta sigue cerrada, y mis anhelos se frustran violentamente y lo inhiesto me guía, me lleva a apretarte la nuca mientras el beso se desboca. Las manos se vuelven locas, primorosas te quitan la ropa, con avidez recorren todo tu cuerpo. Tú te desenredas de mí para poder desnudarme, buscas la pica que quisieras que ya estuviese en Flandes, y ves su estado venoso y lo sientes en la palma de la mano y su calor te impresiona, y yo me recreo viéndote con ella, pero no con tu mano si no con el pensamiento de la mano de ella, que blandiese mi sexo con la cautela y el ansia de adolescente, pero con la maestría de la experiencia adulta, que abandonó hace tiempo el pueril comportarse y en el hoy no duda en demostrarse.

Y fulminado por el deseo me desboco, culminando el “polvo” desenfrenado, con violenta embestida, y jadeante ahogo, supurando por el recodo por el que ya se abrió camino con brío en humedad placentera, traída por fogosidad y arrebato. Apasionada quemazón que lleva al estruendo del cabecero contra la pared por el ímpetu desbordado, y la imagen de ella se hace entre mis brazos, y en mi pelvis siento su pelvis fantaseada, más ancha que la tuya que me recibe y enardece en el instante que tapo tu boca para acallar ese gemido largo que te asalta consumando el deleite. Y te cubro y apago el grito para que ella no oiga y no sospeche lo acaecido en el cuarto contiguo al suyo. No quisiera que sintiese la infidelidad que siento yo al hacer contigo lo que con ella quisiera. Derrotados y rendidos,  quedamos vencidos por el cansancio del gozo, mi cuerpo junto a tu cuerpo. A media luz, miro la puerta y suspiro y siento los pasos aproximarse, y oigo que roza levemente la madera como no queriendo molestar, y percibo los toques quedos del golpe de sus nudillos, como no queriendo sobresaltarnos por si estuviésemos dormidos, y oigo la voz que nos llama, suave sin estridencia ni grito, dulce sonido casi susurrante, que nos dice: “hija…, chicos, vamos la cena está lista”.

 

 

 

.     *Como nos canta Bunbury, hay sueños prohibidos con abismos insalvables que muchos no entenderían que quisiéramos saltar.

«Mi sueño prohibido«

bunbury-licenciado-cantinas

.     **NA: Publicado originalmente el 20 de Marzo de 2013. Hoy recibe una segunda oportunidad.

 

Suspira

26 miércoles Dic 2018

Posted by albertodieguez in Música, Poesía

≈ Deja un comentario

Etiquetas

amor, Aunque no sea conmigo, Bunbury, espera, Suspiros

Que ésta senda por ti elegida

partiéndome el alma

al menos sea la felicidad plena

que a mi lado no te llega,

que en este periplo lejos de mí

te llegue todo lo que no te di,

pero quiero que sepas

que estas lágrimas que no puedo contener

son la prueba de cuanto te amo

amor que ni el tiempo ni la distancia

podrán cambiar,

si alguna vez quieres volver

no lo dudes házmelo saber

llama y suspira

todo se abrirá

olvidando esta despedida.

Suspira…

 

 

 

.     *Enrique Bunbury nos deja su canción en la que, como en el poema, la separación si es por la felicidad del otro es dolorosamente aceptada.

«Aunque no sea conmigo«

.     **NA: Publicado originalmente el 13 de Marzo de 2012. Hoy recibe una segunda oportunidad.

Recuerdos turbadores

16 viernes Nov 2018

Posted by albertodieguez in Música, Poesía

≈ 7 comentarios

Etiquetas

Bunbury, candelas, Licenciado Cantinas, Músca, Que me lleve la tristeza, Recuerdos, Rencores, tristeza

Hoy sumido en el dolor

siento que te necesito,

necesito tu presencia, tu risa,

tu mirar.

Siento tu falta, tu ausencia

como aire que se escapa

y ahoga mi vida.

Rompiendo mi interior en mil pedazos.

 

Sombras avanzan, luces se apagan,

candelas lejanas, se tornan en oscuridad,

temida oscuridad,

fría y pesada,

losa en mi espalda.

No puedo levantarme sin tu luz al alba.

 

Recuerdos de rencores

que deseo evitar,

que trasladan odio

a tu imagen y quiero apartar,

que la tristeza me acompañe

pero que no me trate de engañar,

que la nostalgia se apiade

y que no me haga mal.

 

Tarde tranquila que ruidos

lejanos acalla.

Sincera mirada,

que trae

recuerdos turbadores a mi alma.

 

 

 

.     *Bunbury nos trae sabor a cantina y tequila en esta canción que acompaña al poema.

«Que me lleve la tristeza«

.     **NA: Publicado originalmente el 27 de Marzo de 2012. Hoy recibe una segunda oportunidad.

 

Duele el olvido

12 miércoles Sep 2018

Posted by albertodieguez in Música, Relato

≈ 2 comentarios

Etiquetas

búsqueda, Bunbury, cambios, Confesión, Música, novedad, Olvido, Pequeño cabaret ambulante, Ruptura

Ver con nuestros ojos lo que ya era evidente, ver una vez en directo el olvido, es mucho más duro, es más doloroso que las cien veces que lo hemos imaginado y recreado, desde el abandono sufrido o del por nosotros realizado y decidido. Quieres o crees que quieres, nunca es seguro lo deseado, se duda si es deseo de novedad o simple cambio por el hastío de lo hallado en nuestro camino, de lo que tenemos estamos cansados y precisamos cambios que nos incentiven el avance de otras aspiraciones diferentes, que nos impulsen a lo desconocido y que queremos conocer. La vida se nos muestra aburrida y sosa, sin alicientes, sin chispa, sin ese chisporroteo de brasas incandescentes, sin esa llama que devore situaciones y experiencias, sin el fogoso fuego del deseo. Todo nuestro entorno se nos vuelve en contra, o eso percibimos. El trabajo, el ocio, la familia, los amigos, se nos hacen una carga, bultos incómodos que nos apetece dejar a un lado. Y la pareja se nos vuelve insoportable, asfixiante, y pretendemos un espacio limpio, precisamos de una bocanada de aire, y urgimos al otro que nos deje respirar, que entienda que lo mejor es echarse a un lado, que el camino a seguir es mejor hacerlo separados, que en nuestro estado no somos buenos compañeros de viaje, que lo mejor es parar y no hacernos daño. Nos imaginamos vidas diferentes, futuros nuevos sin lo que tenemos alrededor, sin los que tenemos a nuestra vera, que nos parecen agotados, sin la energía vital que demandamos nos deben inocular, y les apartamos como baterías desechables sin carga, sin nada que aportarnos. La confusión apoderada de nosotros nos empuja, no pensamos racionalmente unas veces, y otras sí sopesamos todos los avatares habidos y por haber, aunque dudamos si es la insatisfacción la que guía las decisiones, o si el inconformismo con una vida no plena es lo que aboga a tomar resoluciones, a veces meditadas, otras espontáneas y poco estudiadas. Y somos implacables ante la demanda de motivos por parte de los otros y más si esas cuestiones nos vienen de la pareja, que no lo esperaba, no lo vio venir, y asombrada y dolida por la situación nueva, nos repudia. Y en ocasiones el llanto y la congoja, el chillido y alarido le suceden y nos lo lanza con súplica de respuestas a sus preguntas, pero otras el estado de aturdimiento lo acalla todo y el silencio se apodera del lugar y solo quedan gritos callados, mudos reproches de miradas llenas de lágrimas por brotar. En otros trances, es esperada esa ruptura por el otro y no hay reproches, solo musitados adioses, dolores por el fracaso pero con nuevos horizontes. Y otros casos aunque esperado el final, la crítica y censura por lo pasado surge, y la mirada se tinta de rabia y sin perdones, y se lanzan a la cara mil errores, mil situaciones desveladas por el odio desatado por el anhelo nuevo. Hoy, pasado el tiempo y conseguido el olvido deseado para la nueva vida que tenemos, ese olvido argumentado hacia el otro que no entendía que quisiéramos eso. Hoy duele ese olvido, siento cuan olvidado he quedado en tu vida, hoy que te vi con la risa desenfrenada y la alegría desbordada, hoy vi a otro a tu lado, al que hoy envidio por lo feliz que te vi, y aunque me aparté para no traicionarte, para que tu vida no fuese una mentira por mi caída, e hice que mi recuerdo en ti de odio pleno lo llenases, hoy me di cuenta cuanto te amé y para no llamarte me aparté. No sirve de nada haber sido el que decidió la separación, uno nunca queda preparado para verse olvidado.

 

 

 

.     * Como en el texto, Bunbury confiesa que la sigue queriendo pese al olvido por él propuesto.

«Confesión«

.     **NA: Publicado originalmente el 12 de Junio de 2012. Hoy recibe una segunda oportunidad.

Despedida distanciada

31 martes Oct 2017

Posted by albertodieguez in Música, Poesía

≈ 10 comentarios

Etiquetas

Bunbury, desamor, Despedida, dolor, Frente a frente, Jeanette, Las consecuencias, Música, Nada

Te miro, no siento nada

Me miras,  esquivo tu mirada

El silencio ahoga las palabras

No nos decimos nada

El amor se acabó

Lo dejamos en la almohada

Las risas de ayer

Se tornaron en muecas desordenadas

Los labios buscados

Hoy huidos y abandonados

Buscan ósculos renovados

 

No nos queda nada

Tristeza de ardores

Lejanas madrugadas

Usurparon los recuerdos

Dagas del pecho arrancadas

 

Inmensa soledad

Con nostalgia evitada

El ahogo

Dolor de dentro

Sale de muy adentro

 

El cerebro me guía

El corazón me vuelve loco

Me saca al camino

Senda de melancolía

Sin llanto

Cuando tú te muestras fría

 

Un escalofrío

Por sentirte gélida

Distante

Y en lejanía

Te cierras y me apartas

Me cierro y te aparto

 

El silencio impera

Bajamos las miradas

No hay brillo en nuestras pupilas

Que se enturbian y enmascaran

Sin rastro de lágrimas esparcidas

 

Solo despedida distanciada

Dolor por no sentir nada

 

 

 

.     *Bunbury (con Miren Iza de «Tulsa«) en esta versión de la canción de Jeanette, nos muestra la frialdad que hay en una despedida cuando ya no hay nada que decirse, cuando no queda nada.

«Frente a frente«

 

.     **NA: Publicado originalmente el 3 de Abril de 2012. Hoy recibe una segunda oportunidad.

 

El abandono de Alicia

23 martes Dic 2014

Posted by albertodieguez in Microrrelato

≈ 17 comentarios

Etiquetas

Alicia, Alicia (expulsada al país de las maravillas), Bunbury, Música, Muerte, Parche, Radical sonora, Ruptura, suicidio, Tuerta

En el blog “el bic naranja”, su autor Fernando Vicente, los viernes propone un ejercicio de creatividad, mostrando un vídeo o una foto para que cada uno desarrolle y cuente la historia que le sugiera ese elemento; catalizador y detonante. Me traigo aquí mi aportación que hice allí a vuela pluma, sobre la creación del pintor Troy Brooks, de aquí abajo.

Alicia Troy Brooks

El abandono de Alicia.

Ni el conejo de Alicia logró ayudarla ante la desesperación por la noticia de ruptura dada por su parcheada pareja.

.

.

*Aun con sus idas y venidas, hubiese preferido seguir perdiéndose en esa mirada mitad velada y no ser expulsada al país de las maravillas, que nos canta Búnbury.

«Alicia (Explusada del País de las Maravillas)«

Enrique_Bunbury-Radical_Sonora-Frontal

**NA: En estos días de sequía creativa y poca escritura, sólo me queda el impulso inmediato, hoy tan breve.

La vida está llena de afectos y desafectos.

Entradas recientes

  • Me gusta cuando me hablas bajito
  • Resquebrajado
  • Donde se siente el amor
  • Bajo el influjo de la mirada, los gestos y la intención de palabra
  • El Abrazo

abandono Adiós afecto Amaral amigas Amistad amor angustia ausencia Aute Bebe Bunbury calor cambio celos Christina Rosenvinge cuadros desafecto Desafectos Desafecto Social desamor deseo Despedida dolor duda dudas Efecto Mariposa encuentro espera Felicidad Frío hijo Hopper Infidelidad libros llanto locura Los Rodríguez Love of lesbian Lágrimas Marlango Melancolía miedo mirada Muerte mujer Mujeres Música Nada noche nostalgia Odio palabras pareja Pasado pensamientos piel placer Poesía Presente Quique González Recuerdos Ruptura Sabina Serrat sexo silencio Silvio Rodríguez Soledad Soñar Supersubmarina tristeza Verano Vetusta Morla vida

Archivos

Categorías

  • Comentarios (2)
  • Frases (7)
  • Música (351)
  • Micropoesía (11)
  • Microrrelato (27)
  • Poesía (114)
  • Reflexiones (47)
  • Relato (211)

Días de afectos y desafectos

mayo 2022
L M X J V S D
 1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
3031  
« Nov    

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Únete a 1.306 seguidores más

Desafectados

En instagram

No se encontró ninguna imagen en Instagram.

Follow desafectos on WordPress.com

Meta

  • Registro
  • Acceder
  • Feed de entradas
  • Feed de comentarios
  • WordPress.com

Visitas Desafectadas

  • 81.135 hits

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.

Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí: Política de cookies
  • Seguir Siguiendo
    • desafectos
    • Únete a 1.306 seguidores más
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Accede ahora.
    • desafectos
    • Personalizar
    • Seguir Siguiendo
    • Regístrate
    • Acceder
    • Denunciar este contenido
    • Ver sitio web en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
 

Cargando comentarios...