Etiquetas
afecto, amor, Carlos Santana, corazón, Corazón espinado, desafecto, Fernando Olvera, herido, Maná, Música, placebo, Supernatural
06 lunes Abr 2020
Posted Frases, Música, Micropoesía
inEtiquetas
afecto, amor, Carlos Santana, corazón, Corazón espinado, desafecto, Fernando Olvera, herido, Maná, Música, placebo, Supernatural
08 miércoles May 2019
Posted Música, Reflexiones
inEtiquetas
abandonado, animal, caza, Christina Rosenvinge, daño, decepción, encuentro, herida, herido, Música, Me he perdido, Nacho Vegas, Soledad, Solo, Verano fatal
– No te fíes de un animal herido – me dijiste cuando nos encontramos por el camino. Te vi como presa fácil, yo iba de caza y tú venías dañada. Resultó que me quisiste arañar nada más contactar y tuve que dar un paso atrás. Lo intenté por otro sitio, me acerqué con sigilo queriendo descubrir qué te sucedió en este periplo. Venías de un infierno, y se te notaba en todos los huesos, tu tez pálida me decía que habías perdido las ganas de vida, tus ojeras denotaban las lágrimas derramadas en estos días que no fueron los felices que te prometían. No me querías dar detalles, a quién iba a importarle tu vida dolorosa con quién dijo que te amaba, y transformó todo en un delirio que te humillaba. Procuré apartarte del parapeto que utilizabas para que no te atacaran, pero fue imposible, no te dejabas, y yo cada vez más me interesaba.
Dejé pasar unos días para olvidar que ahora te conocía, pero cada vez que te pensaba, por la ventana se reflejaba el sol que me recordaba el brillo de tu mirada. Te resististe en un principio, pero tras encontrarnos en otro garito, me diste la oportunidad de llamarte cuando por insistencia te decía; “desde que te he conocido me he perdido”. Tú sonreíste pensando que mentía, como tantos hombres, pero yo sin quererlo te decía lo que no quería decir. Me tenías hipnotizado, con tu tristeza que se rompía con la sonrisa desencantada, pensando que otra vez te acorralaban. El pelo en larga melena me hacía perder la cabeza. Seguimos el ritual de palabras, miradas y risas algo amargadas. Luego sin poder evitarlo, se me fueron mis manos en busca de tus manos y tú las apartaste, no fuese a hacerte daño. Yo pedí perdón, por querer acariciar tus heridas. Tú me dijiste que aún no estabas preparada, que te lo habías prohibido, que diese media vuelta y saliese al camino en busca de otra presa, que tú herida no eras un animal de fiar. Pero yo ya estaba perdido, y lo único que pude decirte es que me matases en tu defensa si ya no te era necesario, pero que no podía dejar de intentarlo. Te levantaste y te fuiste de mi lado, diciendo; “Ahí te quedas ya nos veremos”.
No te fiabas del calor que te mostraban mis manos. El invierno es frío y el calor a veces hace daño, cuando no estamos acostumbrados. Recibirlo después de largo tiempo ausente se nos hace doloroso. Sentirlo en la piel que creíamos había quedado insensible. Y cuando venimos acompañados del odio, es complicado cambiarlo por otro sentimiento que no creamos falso. Intentar limpiar los escombros que somos y desnudarnos, no ya de ropa si no de intenciones, para mostrarnos tal cual, y poder desnudar al otro en igualdad de condiciones y que no nos vea como amenaza. Y más tarde, me diste una oportunidad pero diciéndome, – déjame llevar, si quieres que lo intentemos no es así como debemos –. Y yo me dejé llevar. Cómo lo iba a evitar, si desde hacía tiempo estaba perdido. Aunque me advertiste: No te fíes de un animal herido. No te fíes de un animal herido. No te hice caso, y después de curar tus heridas, hoy estoy aquí, solo y consumido.
. *Nacho Vegas y Christina Rosenvinge nos cantan su encuentro, inspirador de este texto.
. **NA: Publicado originalmente el 31 de Julio de 2012. Hoy recibe una segunda oportunidad.
28 viernes Dic 2018
Etiquetas
caer, gatos, herido, herir, Lo que te hace grande, Mapas, Música, rabia, Tal vez, Vetusta Morla
Tal vez
la audacia
sirva para algo
tal vez
esta rabia
sirva para algo
tal vez
algo sirva para algo.
Pero los gatos no bajan
del tejado
siguen locos
por esos tejados
buscando cada día,
¿buscando qué?
Tal vez
buscando el calor
tal vez
buscando el candor
de gente ingenua
de gente buena.
Lujo lejano,
quisiera creer
tal vez
alguna vez
estará cercano.
Gato sin dueño
buscando amor
buscando lo que tú
no supiste dar.
Tal vez
yo no te lo puse fácil
tal vez
te ahogué
o simplemente te acosé.
Tal vez
no supe motivarte
quizás fuera
espejismo de un día
el amor que creía te tenía.
Tal vez mi duda actual
simplifique y desdramatice
este dolor que creía tener.
Tal vez
solo tal vez
pueda volver a querer.
Tal vez
algún día piense en ti
y la astucia
me sirva para no herir
como yo caí
gigante herido
Tal vez
esta rabia
me sirva para no herir
como yo caí.
Tal vez
te quise
o solo creí.
. *Vetusta Morla nos acompaña los tal vez de dudas del poema con los suyos de alarmas encendidas por los vaivenes de la vida.
. **NA: Publicado originalmente el 7 de Mayo de 2012. Hoy recibe una segunda oportunidad.