• Inicio
  • Autor
  • Credenciales
  • BSD (Banda Sonora Desafectada)
  • The Last Bee (Relato compartido)
    • Una Mascletá marina
    • Flanagan, el Apicarium RX2000 y Wall-And

desafectos

desafectos

Archivos de etiqueta: baño

Refugiado

16 Lunes Sep 2019

Posted by albertodieguez in Música, Relato

≈ 22 comentarios

Etiquetas

baño, Belice, desamor, desencuentro, Discusión, encerrado, grito, La noche eterna-Los días no vividos, Love of lesbian, Música, pena, rabia, refugiado, refugio, tristeza

Llevaba en el baño varios minutos, ahora se miraba al espejo, había estado sentado en la taza con los pantalones bajados como si estuviese orinando, pero no lo había hecho, era casi una forma inconsciente para dar más realismo al motivo de estar en el aseo, pero después de varios minutos con la mirada perdida al frente, con los pensamientos abstraídos, pensando sin pensar, se preguntó en voz alta qué hacía, porqué estaba ahí encerrado fingiendo que tenía ganas de miccionar y por tanto sin echar una gota, -miccionar, esa palabra cursi siempre le hizo gracia, y esbozó una sonrisa, una mueca incongruente con su estado-. Casi se le saltaban las lágrimas, apretaba los dientes tensando toda la mandíbula, casi hasta hacerse daño. Rabia, era rabia lo que sentía en ese momento, y tristeza, se sentía muy triste.

Una vuelta de tuerca, un nuevo desencuentro, un alzar la voz, y decir cosas sin pararse a pensarlas, sin reflexionarlas. Había vuelto a pasar, su verbo brotó sin medida, había sucedido de nuevo, le había sacado de sus casillas, y sabía que esto le iba a pasar factura, los nervios se le cogerían a la tripa y estaría con dolores y malestar al regreso, ya casi esos nervios le tenían atenazado el estómago. No quería salir, pero no había otra opción, no podía volatilizarse de aquel lugar, de aquella situación, y que nada hubiese pasado, un salto en el tiempo de hace unas horas anteriores a unas horas posteriores. Y que lo pasado no hubiese existido, como un agujero en espacio-tiempo.

Últimamente los enfrentamientos eran más habituales, demasiado habituales diría, choques por todo, por lo más nimio, por lo más absurdo. Ahora, frente al espejo, en aquel lugar que olía a humedad, con paredes llenas de garabatos, se contemplaba perplejo. Sentirse como un niño que se encierra en el baño, no le gustaba, era adulto para afrontar los problemas, sin rehuirlos. Pero no era así, aunque más que huir de ellos, solo evitaba afrontarlos, mirarlos a los ojos, simplemente lo intentaba dejar estar, ahí aparcado a un lado como si ello solo se pudiese solucionar, como si el tiempo hiciese lo que él no se atrevía a solventar, a poner fin al asunto incómodo que día tras día iba creciendo como monstruo amenazante, como pesadilla en noche oscura y tormentosa. Todo se había acentuado últimamente, y la desgana de compartir se había instalado en él. Se dejaba llevar por la inercia de estar, por la rutina, por el miedo a la ruptura, miedo a empezar de nuevo, de cero, sin mochila, sin carga, salvo la de los recuerdos, los rencores y desprecios, que de esos iba a ser difícil desprenderse, si es que alguna vez optaba por ello, si se decidía a no arruinar más tiempo su vida, si quería aprovechar el tiempo que aún tenía. Cada día que dejaba pasar se daba cuenta que era un día perdido, un día errado en su búsqueda de felicidad.

 

 

 

.     *Como en un búnker a salvo se siente en el baño y no quisiera salir, y se querría evaporar como en la canción de Love of Lesbian, para desaparecer y huir, pero a él también le falta valor.

“Belice“

Love of lesbian. La noche eterna-los días no vividos

.     **NA: Publicado originalmente el 17 de Junio de 2013). Hoy recibe una segunda oportunidad.

 

Descubriendo otros caminos

25 Jueves Jul 2019

Posted by albertodieguez in Música, Relato

≈ 33 comentarios

Etiquetas

anal, ausencia, autosatisfacción, bañera, baño, Bebe, calor, Con mis manos, ducha, invierno, juguetes eróticos, masturbación, Música, mujer, onanismo, Pafuera telarañas, sexo, Soledad, tristeza, Verano

La ducha y el baño de espuma es para ella algo muy relajante. Le gusta en verano darse una buena ducha cuando vuelve a casa después de la jornada laboral con el calor estival. Le refresca y deja como nueva, renovada. Igual le pasa por las mañanas, necesita una buena ducha para ponerse en marcha, antes que un buen café cargado es necesario un buen chorro de agua cayendo por su cabeza y deslizándose por su cuerpo que se desentumece del abrazo del sueño. En invierno, de vez en cuando, le gusta un baño con mucha espuma y agua calentita, cerrar los ojos y dejar su mente en blanco, solo sentir el agua y las sales penetrar, hidratar y suavizar su piel. En esas ocasiones de placentero bienestar, después de los primeros minutos de huida mental y desconexión con la rutina, los pensamientos vuelven a ella poco a poco y comienza a revisar el día pasado, la semana pasada, el mes acontecido, y así, al final hace recuento sin darse cuenta de su vida, no puede evitarlo. Se cuestiona porqué está donde está, feliz, sola, “single” como está de moda decir ahora, sin pareja ni carga familiar, y aunque no le pesa, a veces echa en falta tener un hombre cerca, pero es cierto que cuando quiere sexo no le cuesta encontrarlo. Luego le sobra a su lado, quiere volver rápido a su singularidad, huyendo del emparejamiento, de la dualidad, quiere ese sentir de dominio total sobre todo lo que viva. Ya tuvo un él, que la anuló hasta solo quererle y no quererse y después solo quedó el silencio. Pero no puede evitar que cuando en su vida cesa el ruido y manda esa ausencia de sonido, él se hace presente brevemente.

Ella descubrió su cuerpo algo tarde, nunca fue mojigata en el tema sexual, pero tampoco se obsesionó con buscar el placer corporal, no tuvo esos ataques de calentura que en la adolescencia le transmitían padecer sus amigas. Ya algo más mayor sí que se le despertó un buen apetito sexual y aprendió a disfrutar de él. A veces se piensa a sí misma como una persona que se inicia tarde en las cosas, pero no siente que se quede rezagada, más bien se dice que las cosas le llegan en el momento que mejor le vienen a su vida, desde hace tiempo intenta ser optimista, ver las cosas sin dramatismo, aunque es cierto que no siempre lo consigue. Ahora, con bastantes más años a esos de los primeros impulsos, desinhibida por completo, se ha ido encontrando a ella misma.

En esos días de duchas veraniegas, en ciertas ocasiones vuelve no solo con el calor producto de la época de estío, sino también un calor interior, y al refrescarse, la ducha fría no aplaca ese fervor sexual que trajo y necesita desfogarse, y el chorro de agua es un magnifico masajeador, bien dirigido, un cosquilleo refulge entre las piernas, y ayudado por unos dedos ya expertos, consiguen dar placer a un clítoris deseoso de un contacto que haga subir por su espalda un espasmo eléctrico, espasmo que sale de sus entrañas, dejándola doblada y extasiada. Aunque en esos casos de onanismo, es durante los baños de espuma que se da en invierno, cuando más disfruta de ese roce y fricción en la parte elevada de la vulva, sintiendo esa calidez del agua a la vez que las yemas de sus dedos presionan y circundan toda la zona, centro de ese placer, y surge un profundo suspiro y jadeo, acompañado de leve taquicardia que hincha su pecho en busca de un aire que siente que le falta, hasta llegar al orgasmo.

En estos últimos años abandonó un tabú que tenía desde la adolescencia, pero que por cierta casualidad descubrió placentero no hace demasiado tiempo. Duchándose y enjabonándose, al pasar por la parte anal, introdujo levemente un dedo por allí de forma azarosa, nunca tuvo tentaciones de buscar deleite por ese lugar, que por Freud sabía que en la que infancia se encuentra placer en el control del esfínter denominándola fase anal, y aunque ya había visto muchas escenas de sexo en las que mujeres conseguían gozar aprovechando las terminaciones nerviosas de ese orificio, ella siempre lo rechazó, hasta aquel día, en el que al ver la facilidad con que pudo introducir su dedo por la lubricidad del gel utilizado, y sin dolor para ella, decidió, siempre abierta a nuevas sensaciones, explorar y probar  a dar un pequeño masaje, presionando los lados, avanzando poco a poco en busca de las paredes internas de la vagina, que al sentir esa compresión se excitó invitándola a seguir con el juego. Siguió investigando un breve rato, con cuidado y sorpresa a la vez por lo que estaba haciendo, y aunque estaba bastante excitada prefirió parar, dejarlo y posponerlo para otra ocasión, no sin antes masturbarse, esa  fruición despertada tenía que aplacarla, y tan excitada estaba por esas sensaciones que aún contenían su cuerpo que tardó muy poco en correrse fuerte, muy fuerte.

Para repetir esa sensación, ese descubrimiento, decidió que ya era hora de tener juguetes eróticos para sus momentos de intima búsqueda de autosatisfacción, nunca se había comprado un consolador, y había llegado el momento, y ya que se lanzaba pensó que un pack completo sería lo ideal para también ampliar a su recién estrenado juego y nuevo hallazgo. Su soledad elegida, a veces triste, al menos sería lo más placentera que pudiera, y desde entonces sus baños son aún mejores.

 

 

 

.     *La protagonista del relato con sus manos, como en la canción de Bebe, busca satisfacer las ausencias elegidas.

“Con mis manos“

Bebe Pa fuera telarañas

.     **NA: Publicado originalmente el 17 de Diciembre de 2012. Hoy recibe una segunda oportunidad

La vida está llena de afectos y desafectos.

Entradas recientes

  • Mística lactante, mística maternal
  • Una pregunta incómoda
  • Lo decía mi madre
  • La habitación
  • Vocerío de patio

abandono Adiós afecto Amaral amigas Amistad amor angustia ausencia Aute Bebe Bunbury calor cambio celos Christina Rosenvinge cuadros desafecto Desafectos Desafecto Social desamor deseo Despedida dolor duda dudas Efecto Mariposa encuentro espera Felicidad Frío hijo Hopper Infidelidad libros llanto locura Los Rodríguez Love of lesbian Lágrimas Marlango Melancolía miedo mirada Muerte mujer Mujeres Música Nada noche nostalgia Odio palabras pareja Pasado pensamientos piel placer Poesía Presente Quique González Recuerdos Ruptura Sabina Serrat sexo silencio Silvio Rodríguez Soledad Soñar Supersubmarina tristeza Verano Vetusta Morla vida

Archivos

Categorías

  • Comentarios (2)
  • Frases (7)
  • Música (350)
  • Micropoesía (11)
  • Microrrelato (27)
  • Poesía (114)
  • Reflexiones (46)
  • Relato (210)

Días de afectos y desafectos

enero 2021
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031
« Dic    

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Únete a 1.305 seguidores más

Desafectados

En instagram

No se encontró ninguna imagen en Instagram.

Follow desafectos on WordPress.com

Meta

  • Registrarse
  • Acceder
  • Feed de entradas
  • Feed de comentarios
  • WordPress.com

Visitas Desafectadas

  • 79.846 hits

Blog de WordPress.com.

Cancelar
Privacidad & Cookies: este sitio usa cookies. Al continuar usando este sitio, estás de acuerdo con su uso. Para saber más, incluyendo como controlar las cookies, mira aquí: Política de Cookies.