• Inicio
  • Autor
  • Credenciales
  • BSD (Banda Sonora Desafectada)
  • The Last Bee (Relato compartido)
    • Una Mascletá marina
    • Flanagan, el Apicarium RX2000 y Wall-And

desafectos

desafectos

Archivos de etiqueta: alcohol

Lucidez etílica en los alrededores del “si hubiera”

08 Viernes Nov 2019

Posted by albertodieguez in Música, Relato

≈ 21 comentarios

Etiquetas

alcohol, Amistad, charla, conversación, encuentro, Fito y fitipaldis, Música, Me equivocaría otra vez, Pasado, Por la boca vive el pez, posibilidades, Recuerdoos

Llevábamos varias horas bebiendo y recordando viejos tiempos, y viejas situaciones, hablando de antiguos amigos de los que habíamos perdido la pista, y nos preguntábamos qué habría sido de ellos, y venían a nuestra cabeza momentos compartidos con esos de los que ya no sabemos, situaciones hilarantes en muchos casos. Grandes y largas borracheras, en cortos viajes. Caímos en el recuerdo de mujeres que fueron algo, -pocas-, y de otras que fueron nada, -muchas-, y de la gran mayoría que se quedaron sólo en miradas y espejismo, y como siempre pasa, nos centramos en las que no llegaron a buen puerto y en los espejismo; en lo que nos hubiese gustado que muchas del nada estuviesen en el algo incluso que hubiesen entrado a formar parte del mucho y que los espejismos se hubiesen transmutado en realidades palpables. Nos recreamos en imaginar qué hubiese pasado si tal o cual vez hubiésemos aceptado la invitación o insinuación, o si no nos hubiésemos dedicado al alcohol tan denodadamente en aquellas ocasiones en las que decidimos posponer el encuentro para después, llegando a ese después con pocas posibilidades de victoria manejados por la ebriedad, o ya demasiado tarde, como en esas veces en las que tardamos en decidirnos y cuando lo hicimos, empujados por el punto de alcohol, ya era hora de cierre y recogimiento. Tendimos como siempre a fantasear más con lo que podía haber sido que con lo que fue.

Yo le conté mi reciente encuentro con alguien de mi pasado que me dejó algo tocado, y que a veces me daba por pensar en qué hubiese sucedido si hubiese actuado de una u otra forma ante ciertas situaciones, qué hubiese pasado si con esa persona las cosas hubiesen sucedido de otra manera, pero que pensar en ello me parecía pensar en algo muy volátil, puesto que cada vez que lo pienso los sentimientos varían, pasando del deseo a un cambio en aquel momento que hubiese hecho no estar en donde estoy, hasta un rechazo frontal a esa posibilidad, puesto que lo que he vivido me ha dado momentos felices, y en donde estoy, es un buen lugar, -no sé si el mejor-, pero si un lugar agradable y confortable. Y así me muevo constantemente, desorientado por los sentimientos contradictorios que generan esos momentos intangibles del “si hubiera”.

– Cierto, se puede decir que “el si hubiera” es la forma verbal más etérea… tras esa expresión gran parte de la vida queda en el limbo. Y por ello, pensarlo, quizás no valga la pena, y seguramente que no lo vale, pero no se puede evitar dejarse llevar por esa pregunta; ¿Qué hubiese pasado?, ya sea formulada a nosotros mismos o a otros involucrados, para imaginar otros pasados, otros caminos, otros futuros. Esos quizás son la otra vida, esa que se queda en el camino a cada decisión, o a cada casualidad; hay veces que el ir o estar no es decisión propia y sí más el resultado de circunstancias no controladas del todo por nosotros. Regodearse en ello, puede que no sea lo mejor, es vivir en un eterno: Porqué sucedió de aquella manera y no de otra. Es nocivo y tóxico para nuestra salud mental.

Además ese estado melancólico del “hubiera” o “hubiéramos” se cierne una y otra vez sobre nosotros a cada paso que ya es pasado, y en cada decisión que nos deja un único pasado lineal, real y muchos posibles, y ya imposibles, sólo imaginados, desparramados a nuestra espalda… cientos de vidas que podemos volver a vivir falsamente… aunque es verdad,  que cuando caemos en esa nostalgia de la posibilidad no vivida, llegamos a tener sensaciones imaginadas, incluso a veces podemos sentir como pasa de nuestra mente a nuestro cuerpo, lo somatizamos, sentimos acelerarse el corazón, se nos hace un nudo en la garganta, las lágrimas pugnan por salir, y hasta cerramos los ojos para aspirar los aromas de un entorno que no es veraz…

Pero todo es una mentira, no podemos escapar de un lugar, una fotografía, una imagen en nuestra mente, queremos avanzar y no lo conseguimos, estamos encerrados en un mundo finito, y cuando hemos avanzado, acercándonos a los bordes y ya no hay nada conocido y hemos agotado nuestras referencias, como en esos mapas de los primeros navegantes. Somos incapaces de alargar lo que sucedería mucho más allá de ese preciso instante, que sí es muy nítido pero que en el avanzar el horizonte se va difuminando hasta que una niebla nos empaña toda la visión y todo se acaba, dejándonos en un vacío insoportable, entonces despertamos en otro plano astral, éste de realidad a veces complaciente y otras, desplaciente. Toda esa amplitud de posibilidades del pasado, al final se queda en dos únicos planos; lo que ha sido y lo que no ha sido, lo que fue y lo que podría haber sido, no siempre tintado del deseo de que hubiese sido de otra manera,  muchas veces sólo movidos por la curiosidad, y que se repetirá en todos nuestros presentes, incesantemente.

Es verdad que quizás nos queramos engañar pensando que hay algo interesante en los resquicios de lo no vivido, sobre todo, suele pasar cuando añoramos a alguien que ya no es presente, o se nos hace presente alguien del pasado, o lo vivido no nos parece interesante y fantaseamos de cómo sería nuestra vida actual; “Si hubiéramos..”. Pero luego, casi siempre nos rajamos, y nos conformamos con lo que somos y hemos sido y nos quedamos quietecitos no vaya a saltar por los aires lo que tenemos. Con los años nos volvemos conservadores y menos críticos.

Siempre peroraba con insolente profundidad cuando derramaba en su discurso sus pensamientos, como si fuese sentando cátedra, como si estuviese en un aula Magna, y más aún cuando el alcohol inundaba sus venas y le soltaba la lengua, amontonando argumentos a veces inconexos. El estado etílico de ambos era lo suficientemente elevado como para dar vueltas y vueltas sobre una misma cuestión como muchas veces nos había pasado, como otras nos volvería a pasar.

 

 

.     *Tras caer brevemente en la flaqueza del “si hubiera”, la mayoría de las veces la gente, sin verdadera profunda reflexión, suele decir que está contenta con el camino elegido, con el derrotero que llevó su vida, y ante la pregunta de si cambiarían algo, responden que no cambiarían las cosas, incluidas sus erradas decisiones, y al igual que Fito y fitipaldis, se equivocarían otra vez.

 “Me equivocaría otra vez“

Fito y fitipaldid - por la boca vive el pez cover, portada por la boca vive el pez

.     **NA: Este texto surge de las respuestas a los comentarios al poema “Y si hubiésemos estado”.

.     ***Publicado originalmente 26 de Marzo de 2015. Hoy recibe una segunda oportunidad.

Una noche atribulada

23 Lunes Oct 2017

Posted by albertodieguez in Música, Relato

≈ 11 comentarios

Etiquetas

alcohol, Bisexualidad, deseo, Fiesta, Frío, Homosexualidad, La marea, Música, noche, resaca, sexo, trío, Un día en el mundo, Vetusta Morla

Foto; David San Cristobal

 

Sólo recuerda con verdadera nitidez aquellas botellas y latas vacías encima de la mesa, quizás es porque fue lo primero que vio al despertarse aterida de frío y dolorida. No recuerda con precisión en que momento todo le empezó a dar vueltas y él comenzó a besarla y acariciarla por todas partes, ella se dejaba hacer permitiendo que la desnudase con fogosidad y avidez. Sigue helada en su casa, no ha conseguido entrar en calor. Intenta recordar que fue lo que la empujó a aceptar su invitación, quizás subir a aquella casa no fue lo más acertado. Cuando despertó estaba tirada en aquel sofá, desnuda. Una fuerte resaca le impedía pensar con claridad. ¿Qué es lo que había hecho? No quedaba nadie allí, salvo ellos tres, desnudos. Ya no había ni rastro de los otros que estuvieron en la fiesta. No conocía a nadie en ella cuando aceptó subir a aquella casa con su amiga que pronto la abandonaría. Se fueron marchando todos poco a poco, y al final se quedaron ella, él  y aquella chica delgada de labios gruesos y bella sonrisa que no se había separado de su lado en toda la noche. Ahora está confusa, y helada. Recuerda los cuerpos enredados, los gruesos labios teñidos de un rojo hipnótico deambulando dulcemente por su piel. Siente algo de dolor en su coño y en su culo. En un frenético desenlace acepto los juguetes que la chica propuso, los utilizó con ella y con él, y dejó que ellos los utilizasen con ella misma. Se dejó hacer analmente con el dildo, con cierto desenfreno y violencia mientras era penetrada por el chico, lo que la llevo a un placer extenuante. Nunca se había planteado usar juguetes y menos si tenía a mano a un chico, y aunque no recuerda todo con claridad, sí que ese momento le aparece fuera de la bruma como muy placentero. Busca rastrear todos los momentos vividos entre los tres pero tiene lagunas, se piensa gilipollas por beber tanto y perder el control. Está confusa, no vivió con total conciencia todo lo que estaba pasando, en cierta forma se siente violada, aunque lo disfrutó y lo consintió todo, no era dueña de todos sus actos ni de todos sus sentidos. Se despertó por el frío del lugar y el estar en completa desnudez. La sordidez que le produce lo ocurrido la tiene descolocada, no quiere pensar que lo que hizo no fue correcto pero por otro lado se piensa sucia y descarriada. Yo no soy así, se dice. Marchó del lugar, con un horrible dolor de cabeza mientras ellos aún dormían, y en cierta forma ahora se arrepiente. No recuerda sus nombres, ni tiene sus teléfonos, eso le da rabia, todo quedará como un sueño, y si quisiese saber más sobre ellos no habría posibilidad, salvo la de presentarse en aquella dirección sin saber si sería bienvenida. Llegarse físicamente a un lugar, y decir; – Hola soy la de la otra noche-, no se atrevería a hacerlo, una llamada sí que quizás la hiciese, la distancia y el parapeto del teléfono le ayudarían a lanzarse al abismo. Aunque se detesta un poco por lo que ha pasado, algo internamente la empuja a desear que se repitiese. Va entrando en calor. No recuerda muy bien los rasgos de él, incluso duda si lo reconocería por la calle, si más los de ella, esa delgadez en contraste con unos senos grandes, puede que algo desproporcionados para ese cuerpo tirando a huesudo, unos labios gruesos de cálidos besos en perfecta armonía con el resto del rostro, era bella, con la piel muy blanca, pelirroja, con el vello púbico sin depilar en exceso, quizás le gusta verse con esa mata rojiza entre sus piernas, a ella le gustó, se asombra que todo lo de ella sea lo que más nítido ve de esas horas pasadas. Nunca tuvo tendencias homosexuales, y esto la confunde más, no le crea rechazo el haber tenido sexo con una chica, incluso ahora rememorándolo se moja los labios al recordar los besos recibidos de esos carnosos labios. El frío le ha abandonado, ahora le urge cómo conseguir volver a verla.

 

 

 

.     *Esa noche fue como una Marea imprevista que lo arrasó todo y le dejó la piel cuarteada como canta Vetusta Morla.

“La marea“

 

.     **NA: Hace ya unos meses, no recuerdo bien en que blog publicaban la foto de las botellas conminando a contar alguna historia inspirada en ella, y rápidamente me surgió el inicio de este texto que apunté y dejé con la intención de una horas después seguir escribiendo, pero sin tiempo para volver a ello ahí se quedó la cosa. Pasadas unas semanas volví sobre la foto y la frase escrita para ampliarlo y cerrar la historia que tenía algo formada en la cabeza y avancé brevemente el texto pero tuve que volver a dejarlo sin terminar. En una tercera incursión por fin tomo la forma definitiva que ciertamente se apartó de esa idea que tenía en la cabeza. Luego he tardado bastante en publicarlo buscando una música que de alguna manera pudiese encajar con el texto, y casi dándome por vencido recupero este tema que ya utilicé con otro texto pero que de manera onírica también creo que sirve para este.

Una sonrisa amplia y limpia

21 Lunes Nov 2016

Posted by albertodieguez in Música, Relato

≈ 10 comentarios

Etiquetas

alcohol, Ana, Música, Niebla, Sonrisa, Supersubmarina

Ellos eran parte del local, no tenían que esperar la “cola” y si había mucha gente entraban por la puerta de atrás, el jefe de la sala les invitaba, los camareros les conocían y en cuanto les veían les servían, no era necesario decir lo que querían ellos ya sabían cual trago era el que escanciar, la fuerza de la costumbre les había unido y conocían sus gustos, iban al menos un par de veces por semana, cuando no alguna más, después de varias rondas siempre eran invitados a unos chupitos de whisky y a la tercera o cuarta ronda eran premiados con una gratuita, como es normal esta ingesta de alcohol hacía sus efectos, estimulando todos los sentidos y dejando la mente en un estado de ebriedad soñolienta que hacía que todas las chicas flotasen como bellezas inalcanzables, pero que de vez en cuando se hacían alcanzables, y hubo un periodo de tiempo que las vacas gordas pulularon a su alrededor, la suerte sobre las conquistas se hizo creciente y eran muchas las que entablaban conversación con él. Curioso que cuanto más ligaba, más chicas se le acercaban, saludaba a unas y otras de días anteriores, y quizás fuese esto lo que hacía que otras nuevas se interesasen por él.  Un día besaba apasionadamente a una chica y otro a una diferente, sin esconderse de la primera, la audacia le llevaba a un descaro sin miramientos, la seguridad en sí mismo le conducía a tal atrevimiento que en una misma noche llegaba a estar besándose con varias en diferentes momentos, bailando con unas y otras, pero llegada la madrugada allí donde roza con el alba, se solía ir solo, sin compañía, seguido solamente por el séquito del alcohol, y beodo, comenzaba el regreso a casa. Él creía que esta bonanza nunca se acabaría, que esa soledad de regreso era elegida y que cuando quisiera podría cambiarla y quedarse con alguna de las chicas en vez de con el alcohol, pero se equivocaba, llegó el instante en el que empezaron a desaparecer las devotas mujeres que le miraban con deseo y esas miradas pasaron a ser de desdén, y ya no hubo más bailes ni besos ni ojos invitadores, todo se truncó, y entonces recapacitó sobre los últimos meses, sobre su comportamiento con algunas de aquellas mujeres, pasando por su cabeza muchas situaciones vividas, y entonces, supo que la chica de ojos saltones, boca amplia y sonrisa limpia, con cierto aire a Susan Sarandon, a la que él no encontraba del todo bella, es con quién más a gusto se descubría, él intuía que a ella le gustaba mucho, pero ella no se dejaba atrapar cuando, algo bebido, él se le insinuaba más sexual. Le decía que a él realmente la que le gustaba era su amiga y que ella “pasaba”, que era “un cara”. Pero poco tiempo después consiguió traspasar esa barrera que ella le imponía y una noche ambos se dejaron seducir mutuamente, y su boca se le entregó y él entregó la suya, y surgieron como un soplo placeres contenidos de un tiempo detenido, allá en esos días iniciales en los que sus destinos sólo eran paralelos en base a terceros. Y desde ese momento, cuando iba al local, sin darse cuenta siempre la buscaba oteando desde la barra hasta localizarla para más tarde, ya avanzada la noche, procurar dejarse caer por sus proximidades y saludarla y hablar e intentar volver a besar su amplia y limpia sonrisa, y empezó a echarla de menos cuando ella no iba o no la localizaba desde su atalaya, pero seguía intentando nuevas conquistas estuviese o no estuviese ella, aunque si aparecía terminaba a su lado charlando; su grata conversación lo envolvía en un estado de deleite acrecentado por la bebida consumida, y sucedió, casi como presagio de lo que vendría después, que desapareció, dejó de ir por el local y la ausencia lo dejó algo vacío, sintiéndolo como anticipo de la soledad que vendría después al desaparecer el resto, y aunque tenía su teléfono nunca lo marcó para saber de su ausencia, al fin y al cabo quién era él para decirle porqué me has abandonado, por qué no nos vemos, cuando le había dado tantos motivos al no dejar de coquetear con tantas otras.

El destino quiso juntarles una vez más, por azar, se encontraron una noche en otro lugar, ella llegó por la espalda y le tapó los ojos, tras la alegre sorpresa, se pusieron al día de todos estos meses sin verse, y llegó por fin lo deseado, la larga noche terminó en su portal que estaba cerca de este nuevo lugar de copas que fue testigo de su reencuentro, ya era de día y se alargaba la despedida, tras insistencias de él accedió a que subiese, y tras un breve titubeo se enlazaron con desenfreno; ella tenía unos pechos turgentes, redondos y duros y su boca estaba más lasciva que nunca, sus besos siempre fueron suaves y lentos, pero esa noche fueron duros y violentos, sus bocas se partieron una y mil veces, terminaron dejando sus ropas esparcidas por toda la casa según avanzaban hasta el dormitorio, y allí, en la cama, hicieron el amor descubriéndose todo el deseo acumulado durante tanto tiempo, el sexo lo inundó todo, con fiebre de amor, con intemperancia y sin medida, recorriendo todos los rincones de sus cuerpos con manos ávidas uno del otro, con las bocas carnívoras y deseosas de la piel y la carne, y con el orgasmo supurando por todo el cuerpo quedaron exhaustos de placer inmenso, y agotados, durmieron largo tiempo.

Ella trabajaba al día siguiente en turno de tarde, y él le acompañó al trabajo, después no se volvieron a ver nunca, y de vez en cuando la echa de menos y no sabe todavía porqué no la llamó, porqué cuando hubo alguna llamada de ella no respondió, porqué desertó, qué miedo le dio aquel sentimiento que sufrió aquella noche, qué negra espalda se cernió sobre su mente para salir corriendo, quizás fue porque estúpidamente no le parecía lo bastante bella, y a veces se le aparece su sonrisa amplia y limpia, tan carnosa y seductora que se pregunta por qué huyó de ella.

 

 

.     *Supersubmarina nos trae su música potente para completar el texto de hoy.

“Niebla”                                                       “Ana“

.     **NA: Publicado originalmente el 14 de Febrero de 2012. Hoy recibe una segunda oportunidad.

Whisky

10 Jueves Oct 2013

Posted by albertodieguez in Música, Poesía

≈ 23 comentarios

Etiquetas

alcohol, alegría, dardos, droga, Fracaso, Hormigón, Litros de alcohol, mujeres y alcohol, Ramoncin, Whisky

Whisky,

refugio del fracaso,

búsqueda de la alegría,

cuando triste estoy

whisky,

cuando alegre estoy

whisky.

Dardos y whisky,

parsimonia,

amistad,

relámpago de bienestar,

una raya pulula

alrededor,

ahora tiro mejor.

 

 

*Noches de alcohol en las que como en la canción de Ramoncin uno sólo está loco por privar.

“Litros de alcohol“

Ramoncin- Hormigón, mujeres y alcohol

La vida está llena de afectos y desafectos.

Entradas recientes

  • El mito
  • Desorden emocional
  • Confuso llanto
  • Mística lactante, mística maternal
  • Una pregunta incómoda

abandono Adiós afecto Amaral amigas Amistad amor angustia ausencia Aute Bebe Bunbury calor cambio celos Christina Rosenvinge cuadros desafecto Desafectos Desafecto Social desamor deseo Despedida dolor duda dudas Efecto Mariposa encuentro espera Felicidad Frío hijo Hopper Infidelidad libros llanto locura Los Rodríguez Love of lesbian Lágrimas Marlango Melancolía miedo mirada Muerte mujer Mujeres Música Nada noche nostalgia Odio palabras pareja Pasado pensamientos piel placer Poesía Presente Quique González Recuerdos Ruptura Sabina Serrat sexo silencio Silvio Rodríguez Soledad Soñar Supersubmarina tristeza Verano Vetusta Morla vida

Archivos

Categorías

  • Comentarios (2)
  • Frases (7)
  • Música (351)
  • Micropoesía (11)
  • Microrrelato (27)
  • Poesía (114)
  • Reflexiones (47)
  • Relato (211)

Días de afectos y desafectos

febrero 2021
L M X J V S D
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
« Ene    

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Únete a 1.303 seguidores más

Desafectados

En instagram

No se encontró ninguna imagen en Instagram.

Follow desafectos on WordPress.com

Meta

  • Registrarse
  • Acceder
  • Feed de entradas
  • Feed de comentarios
  • WordPress.com

Visitas Desafectadas

  • 80.065 hits

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.

Cancelar

 
Cargando comentarios...
Comentario
    ×
    Privacidad & Cookies: este sitio usa cookies. Al continuar usando este sitio, estás de acuerdo con su uso. Para saber más, incluyendo como controlar las cookies, mira aquí: Política de Cookies.