• Inicio
  • Autor
  • Credenciales
  • BSD (Banda Sonora Desafectada)
  • The Last Bee (Relato compartido)
    • Una Mascletá marina
    • Flanagan, el Apicarium RX2000 y Wall-And

desafectos

desafectos

Archivos mensuales: abril 2020

Cuatro metros cuadrados de Estocolmo

29 Miércoles Abr 2020

Posted by albertodieguez in Música, Relato

≈ 24 comentarios

Etiquetas

Diego Vasallo, La vida te lleva por caminos raros, Liberación, Los abismos cotidianos, lucha, Música, Síndrome de Estocolmo, Secuestro, Zulo

Me temo que vienen a buscarme. No me mires así con esa angustia que me harás llorar, sabíamos que este día podía llegar, que nos podían separar y alejar antes o después, que no entenderán la situación y lo que estamos viviendo y menos aun lo que hemos vivido durante estos meses. Sabíamos que no cejarían hasta dar conmigo. Me he ido preparando para este momento y tú deberías haberlo hecho también. Pero no temas por el futuro, descuida que haré lo posible para explicarles que todo estuvo bien, que tu trato fue inmejorable. Me diste calor cuando tuve frío, me ofreciste los mejores alimentos que podías encontrar, y buena lectura para los ratos de soledad, esos que tanto te preocupaba que me hiciesen desesperar y pensar negativamente. Me consolaste y sosegaste cuando la sombra de la tristeza me ponía los ojos vidriosos allá en los inicios. Ven aquí y abrázame, dame un último abrazo. No te pongas nervioso, siento tu respiración demasiado acelerada, tranquilízate, necesitamos calma. Quizás la separación no sea larga, quizás enseguida podamos volver a estar justos.

No sé cómo será la primera noche sin ti en muchas noches. Me lo he estado preguntando durante la última semana. Tenía la premonición de que esto se podía acabar, que el fin estaba cerca, y por ello me preguntaba cómo pasaré esa primera oscuridad en mi cama sintiendo la soledad envolverme, helándome, como muchas veces aquí, y no te hallarás para echarme una manta por encima y decirme; si necesitas más calor me avisas. Cómo lo afrontaré. Seguro que no podré conciliar el sueño, y tú no estarás para darme conversación, para hablarme del proyecto, de los motivos, de las necesidades de tomar decisiones dolorosas y no siempre fáciles, de que el fin es lo esencial y que no hay otra vía de escape que la tomada para la lucha, las demás nos llevan a una vía muerta.

Intentemos no hacer ruido, pero me temo que no nos servirá de mucho; por los golpes, ya deben de tener certeza de nuestra situación, ya deben de haber dado con los compañeros que están allá afuera, y en breve darán con la entrada. Pronto oiremos el mecanismo accionarse, pronto escucharemos gritos y preguntas y mi nombre, pronto tendré que contestar aun a mi pesar.  Y habrá caos y confusión, y amenazas e insultos para ti, y palabras de calma, sosiego y serenidad para mí. Saldremos, y la luz me cegará y el aire fresco entrará en mis pulmones, y quizá sienta ahogo por ser otro aire, más fuerte y puro y limpio que el viciado de este encierro, de estos cuatro metros cuadrados, que siempre recordaré.

 

 

 

.     *Diego Vasallo nos lo dice; la vida te lleva por caminos raros. Como a nuestra protagonista que le volcó el sentimiento que no debiera ser afectuoso, y ahora quizás suela visitar el bar del aeropuerto.

“La vida te lleva por caminos raros“

diego vasallo-los abismos cotidianos

.     **NA: Publicado originalmente el 10 de Junio de 2014. Hoy recibe una segunda oportunidad.

 

Desde la mar infinita

28 Martes Abr 2020

Posted by albertodieguez in Música, Poesía, Reflexiones

≈ 18 comentarios

Etiquetas

alma, Amaral, Estrella de mar, Frío, invierno, Música, Nada, Nada de nada, Te necesito, Una pequeña parte del mundo

Desde la mar infinita
desde la carne encontrada
desde el delirio del tiempo
te necesito sin falta
te espero con ansia
te busco con rabia
y no sé cómo encontrar
esa nada.

Nada que surge
surge y se aplaca
donde el tiempo rompe
rompe con ganas
ganas de verte
de sentir tus ansias
tus iras, tus odios pero
sentirte al alba.

Sin ese deseo
no podría vivir
tú me mueves
como títere en danza.
Danza de un infinito
que arruga el alba
ese delirio de deseo y
ansia, ansia por seguir
tú mirada, hasta ese
fondo que busca tu alma.

Alma confusa, alma de
Otro, Otro que no soy
yo y que me mata,
con esa sensación de gente
que no sigue otra cosa
que tú piel hilada,
hilada al tiempo
ese tiempo que no es
nada, eso que tú y
yo queremos, aunque
no lo sabemos, y todo
lo nuestro se dilata.
Hace que el tiempo discurra,
que el deseo sea, mucho más
que todo y se convierta en
NADA.

 

 

 

.     *En este poema en el que deseamos y esperamos a quién no está, y en la espera todo se nos convierte en nada, confluye con Amaral que nos recuerda esa necesidad y esa nada que trae la realidad…

.          “Te necesito”                                          “Nada de Nada“

Una pequeña parte del mundo amaral

Estrella de Mar amaral

 

 

 

 

 

 

 

.    **NA: Originalmente publicado el 23 de Enero de 2012. Hoy recibe una nueva oportunidad.

Adiós dulzura

18 Sábado Abr 2020

Posted by albertodieguez in Música, Poesía

≈ 9 comentarios

Etiquetas

Adiós, dulzura, Fiebre, herida, Maldita dulzura, Mapas, Música, partida, reproches, Ruptura, silencio

Aquella dulzura perdida,

palabras ausentes,

miradas esquivas,

dolores reflejados en tu frente,

dulces reproches,

fiebre y herida.

 

Silencios enfermos

quitan la vida,

ruptura declarada

por civilizaciones amigas.

Dulcemente nos amamos,

dulce odio encadenamos,

maldigo aquellos días.

 

Trago amargo

perdida la dulzura,

tiempo perdido

por  manos sin usura.

No habrá recuerdo,

no hay forma de retenerlo

si no me miras.

Gira tu cara y deja la bebida,

grita y lanza lejos la dulzura,

será más fácil la partida.

 

 

 

 

.     *Vetusta Morla maldice la dulzura, y nos sirve para poner música al poema en el que el protagonista necesita deshacerse de esa dulzura, a la que también podría maldecir, para poder facilitar la ruptura.

“Maldita dulzura“

.     **NA: Publicado originalmente el 21 de Agosto de 2012. Hoy recibe una nueva oportunidad

 

Todo termina con un adiós

17 Viernes Abr 2020

Posted by albertodieguez in Música, Reflexiones, Relato

≈ 18 comentarios

Etiquetas

Adiós, El último día, Fácil, Maldita Nerea, Música, Ruptura

Todo termina con un adiós, antes toca recoger las cosas, esas cosas que formaron parte de una vida, que formaron parte de dos y que ahora quedan huérfanas, esas que llevan huellas de dos y que ahora se les difuminan una de ellas, esas que ya no son tuyas y mías si no mías o tuyas. Todo termina con un adiós, antes toca hacer la maleta y meter lo propio sin coger lo del otro, toca el silencio, el rostro serio, el abandono. Todo termina con un adiós, antes toca asir los sentimientos y esconderlos dentro, muy dentro, borrar de golpe los recuerdos inmediatos y los de hace tiempo, sobre todo los de un tiempo lejano cuando éramos uno y más que dos, son los difíciles de encajar en nuestro equipaje, no caben todos es mejor soltar anclajes, soltar lastres que nos ayuden a navegar en la tormenta de emociones que debemos soportar. Todo termina con un adiós, antes nos tragamos los reproches, nos ahogamos, atajamos las lágrimas que no queremos salgan a pasear por nuestras mejillas, antes unimos nuestros cachitos de alma que desparramada por la casa quedaron, y con todo ello buscamos una mirada que dejé de observar el suelo, buscamos como decir ya no te quiero, y nos duele decir estás palabras que nunca creímos decir, pero hoy es lo único que nos une antes de decir adiós, todo lo demás lo hemos olvidado, las lagrimas no nos van ayudar y nosotros que tanto nos quisimos y tanto nos dijimos hoy no nos sabemos decirnos ni adiós y aunque no podamos contestar que nos pasó, lo seguro es que lo veremos distinto, algo raro y extraño darlo todo por perdido, sabemos que nos separamos para no vernos en años y quizás alguna vez vuelva nuestro compromiso y tu mirada llegue a mí, pero lo único seguro es que hoy nos decimos Adiós.

 

 

.     *Hay muchos adioses entre parejas, unos con afecto, otros con odio, con reproches, con preguntas o simples adioses sin más, unos deshaciendo en individual lo que fue plural, y otros preguntando que fue mal, hoy Maldita Nerea con su música nos ayuda a entender algunos de ellos y quizás también el adiós del texto.

.                   “Adiós”                                       “El último día”

 

.     **NA: Publicado originalmente el 26 de Enero de 2012. Hoy recibe una nueva oportunidad.

Volver a empezar

16 Jueves Abr 2020

Posted by albertodieguez in Música, Reflexiones, Relato

≈ 7 comentarios

Etiquetas

Al respirar, amor, Caminos, Desafectos, desamor, Empezar, Música, respirar, Ruptura, Sharabbey Road, Un día en el mundo, Vetusta Morla

Allá, lejos de la multitud, sumidos en el desamparo, en la isla salvaje, despojados de la civilización, nos unimos como nadie, todo estaba en contra de nosotros pero nos hicimos fuertes y luchamos por querernos, pero aquello pasó y hoy he decidido que ya no más, la rutina asesina nos ha hecho desbocar, todos los avatares que pasamos no nos han hecho madurar, el amor se acabó y no queda por lo que batallar, cada uno mira para otro lado cuando despertamos, las lágrimas por ti no me hacen feliz y necesito echar a volar. Del recuerdo no podemos continuar alimentando un futuro que nos hace daño, necesitamos otros corazones que buscar, que nos refugien y quieran y que nos traigan felicidad, esa que ni tú ni yo nos podemos dar. No me digas que los buenos tiempos volverán, es engañarse una vez más, no vale la pena, es mejor afrontar una ruptura que no dejarse acomodar por el tedio, solo hay una vida que vivir y debemos hacerlo sin sufrir, busquemos otras islas donde poder empezar bajo otras palmeras que nos hagan disfrutar de un amor duradero que no nos supimos dar, ese amor se extinguió, no son reproches solo te quiero contar que ya lo nuestro no tiene donde llegar, que el horizonte está tan lejos que es mejor parar, hace tiempo que nos perdimos y no avanzamos de la mano, nuestros caminos se bifurcan y no quiero seguir a tu lado, tu quieres decidir por dos pero yo estoy cansado, necesito descansar, necesito tomar aire y respirar, quiero la soledad, los días están contados y no hay nada más que perder, es hora de volver a empezar.

 

 

 

.     *A veces los caminos no están claros y se ven lejanos y nuestro compañero de viaje no nos deja respirar y necesitamos separarnos para no sucumbir en el trayecto, Vetusta Morla nos lo recuerda.

“Al Respirar”           “Sharabbey Road“

Vetusta_Morla-Un_Dia_En_El_Mundo-Frontal

.     **NA: Publicado originalmente el 27 de Enero de 2012. Hoy recibe una nueva oportunidad.

Hiere y arruina, la palabra

15 Miércoles Abr 2020

Posted by albertodieguez in Música, Relato

≈ 34 comentarios

Etiquetas

Al fin sola al fin loca, Christina Rosenvinge, desafecto, desamor, desencuentro, Enfado, Flores raras, loca, locura, Música, palabras, Ruptura, Sola

¿Puede una palabra arruinarlo todo? ¿Una frase puede arruinar un pasado común y un futuro posible que ya no será? ¿Puede un momento de ofuscación desbaratar lo común? ¿Puede deshacerse el lazo por una palabra que resulta ofensiva y dolorosa? ¿Puede para alguien doler tanto un vocablo, a priori inocuo y sólo descriptivo sobre un acto para el que lo verbaliza? Puede.

La voz no ahogada, a veces ahoga. Lo dicho como defensa o purga en un enredo o discusión o enfado, pero sin intención de ser arma arrojadiza se transforma en dardo o daga que hiere y saja. La palabra que no parecía en exceso grave se convierte para el otro en un exceso y hace yaga incurable y comienza su desangre a borbotones, licuando el amor hasta ese momento habido por ser insoportable e inasumible el insulto que ha sentido recibir. Y duele más ese sonido expelido por el amante que un bofetón, mucho más, duele como si lo más grave hubiese sido dicho, como si lo más deshonroso hubiese sido puesto en boca del amado, que ya no puede entenderse como tal; y el –perdón- y la disculpa no bastan cuando el puñal en forma de palabra ha entrado tan hondo que corta la respiración.

Nunca se sabe bien del todo con que carga emocional está lleno el vocabulario que guarda y atesora cada uno; las palabras son palabras pero cada uno las hincha y moldea con unos matices que las transforman y dan vigores e importancias no compartidos y no comunes. No hablo de palabras gruesas y cargadas de acritud que por sí solas denotan insulto y humillación o agravio y ofensa entendidas por todos por igual. Hablo de palabras menos agresivas o al menos dichas sin el ánimo de provocación y más como descripción ante el acto imprudente. Pero lo escuchado en un momento crítico puede cegar el entendimiento de tal manera que ante lo oído se rompa todo y no quede nada. Una palabra, seguida de una corta frase desliza el final de manera abrupta.

– Loca. Estás loca.

Y seguido, como una exhalación surge la respuesta tajante de ruptura, y el silencio, largo silencio, denso silencio, tenso silencio por horas. Después, los días compartidos en los que continúa el silencio y el trato formal de los que cohabitan pero cargado de duelo, con deseo de fin y olvido. Insostenible lo cotidiano en una atmósfera colmada de ultraje que si se alarga se emponzoña más, caldo perfecto para el rencor cuando ya nada queda para ella, salvo un adiós con miradas huidizas.

Como siempre hizo con sus decisiones no hubo cambio de opinión, no reculó, no dio un paso atrás después de la reflexión y el pensamiento en frío. No aceptó la disculpa ni apartó su enfado, se dejó llevar hasta el final por lo que entendía como dolorosa afrenta. La rabia y el dolor tensan el rostro y la mirada queda brillante, apartando los restos del naufragio para evitar la posible salvación.

Uno se pregunta qué fantasmas recorrieron sus estancias, qué miedos cargaron la palabra que la hizo tan pesada, que vivencias afloraron con esa palabra temida y odiada, qué pasado hubo cercano o lejano que infirió a ese estado como lo peor con lo que a uno se le puede designar, o si hubo sangre de su sangre o sangre cercana realmente marcada por ese adjetivo común que deja de serlo para convertirse en un epíteto tan ominoso que lleva a un acto, ahora sin duda, cargado de cierta locura, de pérdida de la razón, un acto visceral, nada meditado que acaba con todo.

 

.

.

.     *Quizá sin saberlo su destino era arruinar lo común para terminar al fin sola, al fin loca, como canta Christina Rosenvinge.

“Al fin sola, al fin loca“

Christina Rosenvinge - flores raras

.     ** Publicado originalmente 23 de Octubre de 2015. Hoy recibe una segunda oportunidad.

 

Removidos posos

14 Martes Abr 2020

Posted by albertodieguez in Música, Poesía

≈ 33 comentarios

Etiquetas

amargor, Bosé, Hojas secas, Los chicos no lloran, Música, Miguel Bosé, otoño, pasear, posos, Recuerdos, Soledad

Ciertos recuerdos, son esos posos

que al removerlos salen a flote y dejan un sabor amargo,

son esa hojarasca que al pisarla rasga por dentro,

esa hojarasca que pisábamos en otoño,

y ahora, no pasa esa estación sin rasgar el corazón,

no hay otoño en el que el sonido de sus hojas caídas

no dejen cierto sabor amargo.

 

.

.

.     *Inevitable caer por la alameda y pasear de tu mano cada otoño… para recordar mi soledad, como canta Bosé.

“Hojas secas“

Bose - los chicos no lloran

.     ** Publicado originalmente 16 de Septiembre de 2015. Hoy recibe una segunda oportunidad.

BSO

13 Lunes Abr 2020

Posted by albertodieguez in Música, Relato

≈ 42 comentarios

Etiquetas

Amaral, amor, Banda sonora, Banda sonora desafectada, BSO, Es sólo una canción, Gato negro Dragón rojo, Homosexualidad, Música, Recuerdos

Me dice que la música forma parte de nuestra vida y que todas las personas tenemos en la cabeza una banda sonora, esas canciones que nos han acompañado en el avanzar de los años y conforman un paisaje sonoro de nuestro pasado, de los días vividos, desde la infancia hasta ahora, y que cada día estamos abiertas a dejar entrar una nueva canción o melodía a esa lista. Es inevitable. Nuestro futuro irá musicado también, y antes de ser pasado, justo ahí, cuando ya haya dejado de ser presente es cuando esa música formará parte de nosotros. No todas nos gustan por igual pero hasta esas que no son nuestras preferidas nos transportan en el tiempo. Algunas realmente no han sido elegidas por nosotros para quedarse grabadas en ese imaginario CD, MP4 o “playlist” de nuestra mente, son la BSO de otros, pero nosotros estábamos con ellos y cuando lo oímos nos llevan a ese momento. Suele pasar con el tiempo de nuestra infancia o primera adolescencia, que esa música oída forma parte de nosotros porque era la de otros cercanos; nuestros hermanos o padres, o simplemente son la música del momento, de la época, y sonaba incesantemente, e inconscientemente se nos quedó grabada y no lo sabemos hasta que surge de nuevo en cualquier ocasión, y ¡zas!, nos vemos de regreso a ese instante, y ya no es música de ellos sino nuestra. Sé que tiene razón, pero además de con la música nos pasa con otras percepciones; aromas, sabores, imágenes, paisajes, lecturas, aunque tengo que reconocerle que la música es más potente y más fácil de que entre insospechadamente en acción. Tiene razón cuando me dice; la música está por todas partes. Por ejemplo, andando por la calle te puede llegar por músicos callejeros o en los pasillos del metro o cuando vamos viajando en él, de repente surge esa melodía que te saca de la lectura en la que estás enfrascado, por ese músico que acaba de entrar al vagón y al ponerse en marcha el convoy, toca, y nos despierta sentimientos e imágenes, y a veces nos da un escalofrío y la piel erizada nos duele. Nos duele por la nostalgia y la melancolía que arrasa todo nuestro cuerpo, nos quedamos con la vista perdida en el suelo o mirando la página de ese libro que llevamos entre las manos o en algún pasajero que realmente no vemos puesto que miramos más allá, mucho más allá. Son canciones y sonidos que nos evocan momentos y situaciones a veces placenteras y alegres y otras no tanto, incluso algunas verdaderamente dolorosas. –Es lo que te ha pasado a ti, me dice. Y yo sólo asiento con la cabeza, quisiera decirle que no sólo con la música, también las voces y las palabras moduladas en un tono conocido nos mueven en el tiempo. Me gustaría contarle que hoy le recordé de nuevo, que una voz a mi espalda me hizo darme la vuelta con el corazón agitado, y aunque no pertenecía a quién esperaba y deseaba, yo ya estaba en otro lugar con él, con el dueño verdadero de esa voz, apartada de todos los que me rodeaban en ese momento. Pero no le cuento, no quiero que vuelva a regañarme por agarrarme a su recuerdo a la más mínima oportunidad. Ya me tiró de las orejas antes, cuando le dije que desde que lo dejamos, desde que se fue, ya no hay música en mi vida, que él se la llevó, me secuestró el placer de escucharla, es tanta la música que me evoca a él. Por eso hablamos de la música, de ahí sus palabras diciéndome que es imposible lo que le cuento, que la música forma parte de nosotros como pasa en una película, y que nadie se puede llevar nuestra música, toda nuestra música, sería como si nos robasen la memoria, y sí algunas veces aparecen sin avisar los recuerdos que acompañaron esa música, es normal, son cosas que no se pueden evitar y hay que aprender a convivir con ello aunque sintamos algo de daño, pero seguro que hay mucha música que te trae a otras personas, otras situaciones, que sí son agradables y felices. Intentar borrar canciones o autoextirpar de nosotros algunas de ellas es extirpar parte de nuestra vida. Yo le había contado que hay canciones que no las puedo escuchar, que significan demasiado, y me gustaría que sé esfumasen por completo. Hace un par de días al poner la radio sonó una canción y mi mundo se empezó a resquebrajar, esos cimientos que tantos meses me ha costado ir proyectando, a las primeras de cambio, se tambalean y me dejan hecha mierda. Ella con cariño me ha abroncado. Es un gran apoyo, siempre está ahí, a mi lado, y me ha contado todo eso de nuestra banda sonora, y que no debemos renunciar a los recuerdos, somos lo que somos por lo vivido y eso nos ayuda a seguir, la música forma parte de ello y ayuda a sentir de nuevo, sentir cosas que ya están en el pasado, sí, pero que es necesario revivirlas de vez en cuando, pasar página pero no olvidar. Debemos poder disfrutar de la música y sentir con ella, aunque es verdad que no siempre eso sentido es agradable y hasta el antes bello quejido de un violín resulta doloroso como una puñalada, pero no debemos renunciar a ello, la música es la vida, es lo vivido. Y me ha acariciado y me ha abrazado y me ha dicho que si me dejo ella me cuidará, que si yo quisiera, estaría dispuestas a tener mucha música compartida por las dos.

 

 

.          *A veces pensar que es sólo una canción, como canta Amaral, es lo que necesitaríamos para calmar el corazón.

“Es sólo una canción“

Gato rojo dragon negro amaral

 

 

.          **Todos tenemos una BSO en nuestra vida, y este blog también tiene la suya. Cada texto lleva muy unida una canción que a veces dice mucho más que lo relatado y siempre completa lo escrito, me atrevería a decir que para entender por entero lo que dicen las palabras debería terminarse escuchando la melodía y la letra de las canciones que las acompañan.

.       Para facilitar el seguimiento de esta Banda Sonora, he creado la página BSD, en donde he compilado todas las canciones hasta el momento publicadas y en donde se irán añadiendo las que vayan completando las futuras entradas. Ahora puedes venir en busca sólo de canciones desafectadas para esos días en los que el ánimo te lo pide. Incluso quizás te apetece hacer el camino inverso y descubrir nuevos relatos guiado por la música que quieres escuchar; eligiendo una canción y descubriendo las letras que le acompañan.

.          *** Publicado originalmente 6 de Febrero de 2015. Hoy recibe una segunda oportunidad.

Y te pregunto a ti, tú ya sabes, ¿cuál crees que es nuestra canción o será nuestra canción?

Versando sobre campo y ciudad

12 Domingo Abr 2020

Posted by albertodieguez in Música, Poesía

≈ 22 comentarios

Etiquetas

Asfalto, campo, ciudad, Contaminación, Corazón de Neón, Estrés, Javier Gurruchaga, Música, Naturaleza, Neón, ocre, Orquesta Mondragón, Paz, tranquilidad

A veces quisiera estar así, como tú,

cercana a la naturaleza, al campo,

otras me digo; que haría yo sin mi asfalto, sin mis edificios altos.

A ratos, cambio un deseo por el otro,

una añoranza por la otra

y me quedo sentado en donde estoy,

y me digo; quién pudiera disfrutar de todo,

y elegir sin miedos sin tapujos, pero sin alardes,

cuando a uno el deseo le empujase a la ciudad o al campo.

Quién pudiera ser libre e ir y venir, sin angustias de querer y no poder

por estar atado, por un yugo aprisionado,

quién pudiera desatarse, desasirse y aburrirse

de tanto tiempo para nada o para algo.

 

La ciudad me ahoga pero sin su influjo me muero un tanto,

el campo me seduce con sus aromas y su aire caluroso o helado,

con sus ocres en verano, yo buscando el negro de lo umbrío para el descanso,

con sus ocres invernando, yo buscando el brillo y la calidez del rayo

que temple el cuerpo destemplado.

 

Pero me desazona qué hago yo sin el triste teatro

en el que habito con títeres de acetato,

de neones de luz cegadora, de visillos al caer la noche cerrados,

de luces contaminando, que no me dejan ver el cielo estrellado,

ni hacer una foto al astro nocturno que se muestra plateado.

 

Los monstruos dominan las noches

y los días tienen otros más peligrosos acechando,

sucios, incívicos, individuales, grotescos en el desencanto,

también hay limpios y píos corazones

y almas bondadosas que a brazo partido con ellos se baten,

sin tregua, sin piedad, pero sin ánimo para continuar,

sin futuro que atisbar, y en las aceras quedan malheridos,

caídos en la lucha, más que empobrecidos.

 

Entonces las avenidas arboladas o las que por el cemento fueron tomadas,

se me vuelven abominables y quisiera huir del combate,

del lugar de la batalla que angustia la mirada,

entonces, el campo aparece lejano como culmen de paz,

como edén en el que no creo a fe ciega, y del que al minuto querría volver,

pero en esos momentos de flaqueza, de desafecto por la ciudad,

quisiera estar así, como tú,

cercano a la naturaleza, al campo.

 

 

     *Como canta La Orquesta Mondragón, la ciudad dónde vivo es mi cárcel y mi libertad.

“Corazón de Neón“

Orquesta Mondragón - Corazón de neón

 

.   ** NA: Tras hacerle un comentario a Nuría en su entrada “caprichos” las palabras me siguieron brotando dando como resultado este texto.

.          *** Publicado originalmente 9 de Mayo de 2014. Hoy recibe una segunda oportunidad.

Encontrar el gusto cotidiano por la vida

11 Sábado Abr 2020

Posted by albertodieguez in Música, Poesía

≈ 30 comentarios

Etiquetas

Aleluya Nº1, Aute, cotidiano, Diálogos de Rodrígo y Gimena, Luis Eduardo Aute, Música, orgasmos, vida

Uff, qué gusto sería estar cada día

con la sonrisa bobalicona

que nos dejan los orgasmos…

Qué gusto sería al menos

que fuesen en días alternos,

qué gusto sería encontrar

ese placer una vez a la semana,

o ya una al mes,

o que en el año digamos una vez ¡qué placer!,

o que al cabo del lustro

consigamos un orgasmo cotidiano

y lo recordemos como aquel caso memorable…

Qué gusto sería encontrarle el gusto a la vida.

 

.

.

.    *¡Aleluya! gritaría el pesimista si encontrase ese gusto huidizo, como ya nos canta Aute; Sombras sobre luces/en la clara oscuridad/de este mundo absurdo/ que no sabe a dónde va.

.

“Aleluya Nº1“

Aute - diálogo de rodrigo y gimena

.

.   **NA: El poema resultó (prosado) como comentario a una entrada “Pequeños orgasmos” del blog de Borgeano, allí le decía aquellas palabras y esto otro; -Muy de acuerdo contigo, en que debemos exprimir y disfrutar cada instante de la vida para sacarle el jugo placentero, pero hoy me surgió la negrura existencial.

.       *** Publicado originalmente 8 de Mayo de 2015. Hoy recibe una segunda oportunidad.

← Entradas anteriores

La vida está llena de afectos y desafectos.

Entradas recientes

  • Mística lactante, mística maternal
  • Una pregunta incómoda
  • Lo decía mi madre
  • La habitación
  • Vocerío de patio

abandono Adiós afecto Amaral amigas Amistad amor angustia ausencia Aute Bebe Bunbury calor cambio celos Christina Rosenvinge cuadros desafecto Desafectos Desafecto Social desamor deseo Despedida dolor duda dudas Efecto Mariposa encuentro espera Felicidad Frío hijo Hopper Infidelidad libros llanto locura Los Rodríguez Love of lesbian Lágrimas Marlango Melancolía miedo mirada Muerte mujer Mujeres Música Nada noche nostalgia Odio palabras pareja Pasado pensamientos piel placer Poesía Presente Quique González Recuerdos Ruptura Sabina Serrat sexo silencio Silvio Rodríguez Soledad Soñar Supersubmarina tristeza Verano Vetusta Morla vida

Archivos

Categorías

  • Comentarios (2)
  • Frases (7)
  • Música (350)
  • Micropoesía (11)
  • Microrrelato (27)
  • Poesía (114)
  • Reflexiones (46)
  • Relato (210)

Días de afectos y desafectos

abril 2020
L M X J V S D
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
27282930  
« Mar   May »

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Únete a 1.305 seguidores más

Desafectados

En instagram

No se encontró ninguna imagen en Instagram.

Follow desafectos on WordPress.com

Meta

  • Registrarse
  • Acceder
  • Feed de entradas
  • Feed de comentarios
  • WordPress.com

Visitas Desafectadas

  • 79.846 hits

Blog de WordPress.com.

Cancelar
Privacidad & Cookies: este sitio usa cookies. Al continuar usando este sitio, estás de acuerdo con su uso. Para saber más, incluyendo como controlar las cookies, mira aquí: Política de Cookies.