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Bebe, cuchillo, Felicidad, Infelicidad, Lo echamos a suertes, Malo, Música, miedo, Muerte, Odio, oportunidad, Pafuera telarañas, pareja, suerte, Violencia, Violencia de género
Dormir separada de su hombre,
no era su idea de felicidad.
Dormir con un cuchillo bajo la almohada,
no era su idea de felicidad.
Poner cerrojo en la puerta de su alcoba,
no era su idea de felicidad.
Los gritos a su regreso,
no era su idea de felicidad.
Que le llamen puta,
no era su idea de felicidad.
El olor a alcohol a su vuelta,
no era su idea de felicidad.
Las amenazas de quitarle la vida,
no era su idea de felicidad.
El maltrato psicológico,
no era su idea de felicidad.
Evitar encontrarse en el hogar con su marido,
no era su idea de felicidad.
Vivir con miedo,
no era su idea de felicidad.
Ser su esclava y sirvienta,
no era su idea de felicidad.
Sentirse culpable,
no era su idea de felicidad.
Odiar,
no era su idea de felicidad.
Desear la muerte de alguien,
no era su idea de felicidad.
Convivir con el padre de sus cuatro hijos,
se convirtió en su idea de infelicidad.
Su muerte supuso liberación.
Su muerte le devolvió la felicidad.
La suerte le dio otra oportunidad.
. *Quizás ella debía haberse vuelto como el fuego y haber sacado el valor para quemar sus puños de acero como dice la canción de Bebe, y no esperar y tentar con su pasividad a que la vida le diese una nueva oportunidad, que por suerte tuvo.
“Malo“
. ** Publicado originalmente 5 de Diciembre de 2012. Hoy recibe una segunda oportunidad.
todo en contra, creible
Gracias!!
Qué real, qué auténtico… claro que no es esa la idea de la felicidad, pero se sentía atrapada. Es triste pero muchas veces no se encuentra la salida. Los problemas…nublan, se necesitan manos para poder asirse.
La canción de Bebe, muy apropiada. Me ha gustado. Un saludo. Julia
Gracias Julia..
Hechos tristemente muy reales.
Un saludo.
A mí no me quedó muy claro la muerte de quién supuso su liberación, espero que fuera la de él.
Hola Dess, esa era mi intención, no dejar claro el final de la historia y que cada uno pensase como acabó. El optimista elegirá uno y el pesimista otro. La realidad de lo que fue?…. El optimismo me gusta más. 🙂
¡¡Me ha encantado!!
Me imaginaba al pobre en la mitad de la cocina diminuta seindo atacado por una ardilla para quitarle el queso…
Es cierto que esa afrenta es definitiva, Esos pactos no se deben romper nunca 😀
Besazo
Sí, hay minúsculas cosas del día a día con las que no se juega, :-), Por cierto me despistó que tu comentario sobre este texto (Un hedor de Bosque) lo hayas echo en los comentarios de este otro, ja, ja.
Conmovedor hasta la médula
Gracias!!
Bien, al final la vida le dio otra oportunidad. Pero ni así existe disculpa.
Besazo, Alberto.
Claro que no, la mayoría no tienen esa suerte y esa oportunidad de librarse de ese yugo machista.
Besos, María.
BRAVO… COMPARTO
Gracias!