Me gusta cuando me hablas bajito, como en susurros, como si fuese un secreto lo que vas a decir y no debe llegar en voz alta a los oídos de cualquiera. Me fascina todo lo que haces y dices, que no sé muy bien de donde lo has sacado, supongo que lo aprendiste de nosotros en algunos casos y de la escuela en otros. Me gusta cuando me contestas con tu hilo de voz ese “vale” que me desarma, y también ese otro que dentro de unos años no me hará ninguna gracia, ese “vaaale” alargándolo como de hastío por lo que te digo y que a tus dos años y medio de edad ya te empezaba a salir como cansado por mi insistencia sobre lo que debes hacer o no, y tú accedes a ello con esa obediencia a ratos rebelde que tienes, con ánimo de fastidio unas veces y de juego la mayoría.
Me gusta cuando durante el juego te corrijo y te digo que eso no puede ser, y me dices qué sí puede ser, que estamos jugando, y en el juego eso sí puede suceder, dejándome claro que sabes en todo momento discernir el juego de la realidad con una madurez impropia de tu edad. Me gusta cuando después de haberte dado un buen golpe o tras romperse algún juguete o de haber hecho alguna pequeña trastada, me dices; -no pasa nada-. Y es verdad, no pasa nada.
Me gusta cuando me dices; – vamos a jugar a malos-, y me pides en bajito que me quite los zapatos para subirme a la cama contigo y así poder revolcarnos abrazados, yo dándote besos y rozándote la barba por el cuello y la cabeza porque te hace cosquillas y te da escalofríos, y tú intentando zafarte de mis brazos y de mis manos que también te hacen cosquillas por todo el cuerpo, pero en cuanto lo logras enseguida me buscas subiéndote encima, poniéndote de pie sobre mí pecho para que siga la pugna, y hacemos como que luchamos pero sin ninguna violencia, sólo besos y cosquillas y tu risa lo inunda todo, y buceo en ella y soy feliz porque te veo disfrutar, y aunque termino agotado creo que estás siendo feliz en ese momento, y eso ya lo es todo.
. *Me gusta acompañarlo por su mundo, que bien podría ser esa Albanta de Aute.
“Albanta“
Qué bonito… Es un texto precioso. Un besote!!
Gracias Álter.
Besos.
La vida: el juego más hermoso y también el más cruel. Bien sintetizado en el relato todo ello y,, como siempre, un poco más.
Un abrazo.
Gracias Borgeano.
En una incesante búsqueda del equilibrio para que sea un buen jugador… de los que busquen desterrar la crueldad en pos de la hermosura para todos.
Un abrazo.
La felicidad de un niño lo inunda todo.
Un abrazo.
Cierto, Chema, y con ello nos contagiamos todos.
Un abrazo.
A mi me gusta más, sin duda!
Besos!!
Un gusto compartido. 🙂
Felicidades por haber entrado entre los 10 finalistas del Planeta!!
Besos, Hope.
Muchisimas gracias guapo! Espero tu opinión de la novela como agüita de Mayo😊
Besos grandes
La pongo en la lista de libros… 😊
Ay, ay, ay! Me llegó.
[ Sí, las peleas de besos y coquillas con esos cuerpos chiquititos y preciosos que tienen son lo más. ]
Un beso Alberto, gracias por dejarnos sentir contigo.
Me alegra haber conseguido hacerte sentir…
Gracias por venir a leerme.
Besos, Patricia.
Momentos irrepetibles. Me ha gustado tu entrada.
Gracias, Cándido.
Sin duda, momentos únicos!!
Un abrazo.
Momentos que hay que disfrutar porque pasan en un suspiro.
Es un tópico, pero es muy cierto.
¡Qué hermoso!
Gracias, Silvia.
joer chaval.. me has dado hipo, losepas!
es bueno, muy bueno…
os he imaginado y todo rodando por la cama..
Gracias, Ana.
Me alegra que te haya gustado.
Un beso.
Muy bella esa relación que llevas con el pequeño. Muy tiernos los dos.
Un abrazo fuerte
Gracias Malque.
Él es todo ternura…
Besos.
Me gusta cuando te sale tan bonito,tan directo del corazón.
Disfruta ( muchísimo) de toda la ternura.
Besos!
Gracias, By.
Besos!
Pingback: Me gusta cuando me hablas bajito – Que son tus ojos los que iluminan mi mente, que de tanto mirarme en ellos, a ellos me debo.